04 noviembre 2020
Contraste y dualidad: Oficinas Corporativas ABCD Concretos por USSE
Entre mobiliario y piezas de arte de Jorge Marín surge este espacio corporativo dentro de una planta trituradora, elementos arquitectónicos como placas de granito y muros recubiertos de madera brindan dualidad a estas oficinas.
El diseño interior de las oficinas centrales de ABCD Concretos se concibe como la interpretación de la masividad de la empresa, así como la personalidad del cliente. El proyecto surge del encargo para intervenir el nuevo edificio corporativo de la compañía, ubicado dentro de su planta trituradora en Acámbaro, Guanajuato.
La propuesta del estudio de diseño de interiores USSE se define por la dualidad y contraste entre los espacios de trabajo y los niveles de acceso y amenidades. Dentro de sus 7 niveles, los elementos que rigen al diseño son: majestuosidad, elegancia y amplitud, siendo el lobby y el penthouse los que mayormente lo expresan; mientras que los niveles dedicados a oficinas se rigen por elementos sobrios y funcionales.
El objetivo principal era generar un ambiente totalmente distinto a su contexto industrial; por lo que se creó una experiencia atemporal y elegante desde el lobby, recibiendo al usuario mediante un espacio de doble altura dominado por muros de más de 6 metros recubiertos de granito. Al recorrer el acceso, el impacto visual continúa en la recepción, concebida como un elemento escultórico de mármol, la cual es enmarcada por un muro de fondo conformado por seis placas de granito Patagonia.
Dentro de esta trama, se integró un plafón reflejante que crea un efecto de duplicidad y acentúa la amplitud del espacio. El mobiliario y piezas de arte, entre las que destacan obras de Jorge Marín, fungen como elementos protagónicos.
En los niveles de oficinas, se aprovechó la estructura original y planta libre para integrar espacios de trabajo abiertos e iluminados naturalmente por grandes ventanales que otorgan una vista panorámica con vasta vegetación; elemento que destaca dentro del ambiente sobrio. El plafón de estructura metálica junto con las instalaciones, se mantuvieron expuestas en tono negro mate, resaltando de esta manera las líneas sutiles de iluminación a lo largo del espacio.
Opuesto a uno de los ventanales, un muro cubierto de madera de encino y granito en tonos neutros resguarda el almacén y sanitarios. El resto de los muros continúan en su base con la variedad de granitos, mientras que la parte superior armoniza el espacio con papel tapiz en color gris. El mobiliario y piso cerámico con líneas depuradas y acabados en blanco funcionan como elementos de equilibrio en la paleta de acabados.
En el penthouse, los ventanales de piso a techo permiten vistas libres hacia la Presa Solís, que sirve como remate visual para hacer sobresalir las obras de Jorge Marín; mientras se les aprecia desde el área de amenidades. El bar y piano son enmarcados por un plafón de madera con acabado reflejante, mientras que la barra y muros de madera y granito titanium dan continuidad a los accesos de sanitarios y barbería privada.
Al fondo, la mesa de juntas posa en un área con iluminación y decoración discreta rodeada de amplios vanos.