Arquitectura en diálogo con el paisaje
Como un objeto callado anclado en el trópico, Flamboyanes 41 se revela mediante líneas puras y sombras largas. Ubicada en La Romana, República Dominicana, esta residencia de 450 m² fue diseñada por Estudio Mazara con la intención de esculpir un refugio íntimo que se integre con el entorno sin imponerse sobre él.

Masa, vacío y atmósfera tropical
La propuesta arquitectónica se desarrolla como un gesto contenido: muros sólidos definen su geometría, las aberturas enmarcan fragmentos del paisaje, y los planos horizontales invitan a la contemplación. En este juego de masa y vacío, de luz y sombra, cada espacio se experimenta sereno, introspectivo y profundamente vinculado al exterior.

Naturaleza como materia y estructura
Flamboyanes 41 diluye los límites entre lo construido y lo natural. La piscina refleja el cielo caribeño; las palmas atraviesan la losa como columnas vivas; la brisa, guiada por la disposición espacial, refresca sin artificios. Aquí, el clima tropical no es solo un fondo, sino un componente esencial del proyecto.

Permanecer, no dominar
Más que imponerse, esta casa busca permanecer. Su arquitectura no grita, susurra. Es un lugar para desaparecer —por momentos— en el paisaje, ofreciendo a sus habitantes el lujo raro de habitar sin prisa.
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