Inmerso en un entorno histórico de la ciudad de Barcelona, rodeado de arcos y callejones medievales, se encuentra Orvay: un pequeño restaurante-bar que nace de la pasión por el vino y la gastronomía. Con una ubicación insuperable, frente a la Basílica de Santa María del Mar y al comienzo de la Rambla del Born, el espacio se define por su diseño interior basado en la experiencia de degustación del vino.

El proyecto –construido por Big Grup y diseñado por Isern Serra + Sylvain Carlet– está delimitado en tres ambientes principales, cada uno con un color en específico con la idea de darles un aura especial y cierto protagonismo. El primero, en tonos beige, rememora a los terruños y a la denominación de origen de los vinos; es la zona de degustación con tres mesas altas fabricadas en mármol blanco y sillas altas Afteroom de MENU. El segundo espacio, en color verde, recuerda a los viñedos y a las diferentes cepas de vinificación; aquí se encuentra la estantería de vinos, fabricada en tubo de acero y la zona de mesas compuestas por un gran banco de roble natural y por una serie de sillas diseñadas por Friso Kramer. El tercer, y último espacio, se viste de color rosa como la amplia variedad de uvas; es la zona más pequeña, reservada para grupos y cuenta con una gran mesa de madera natural.

Para crear y brindar un espacio honesto, natural y sin elementos innecesarios, se eliminaron los plafones y los acabados en muros, exponiendo la piedra y los arcos medievales originales del edificio, los cuales se combinan con un piso de madera natural.









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