14 julio 2020
Los verdes y sus contrastes
Inspirado en un invernadero, Básico es un restaurante cuyo concepto nutre visualmente a los comensales al generar conciencia del espacio a través de un lenguaje visual y espacial envolvente, que proporciona sensación de calma y bienestar.
En un espacio de 142 m2, en la calle de Sonora dentro de la colonia Roma Norte en la Ciudad de México, se encuentra Básico, un restaurante cuyo lenguaje arquitectónico hace homenaje a la comida fresca y saludable a través de su filosofía: “Amor por la comida, sana, sencilla y artesanal”.
Creado por MS Estudio, este restaurante tomó un invernadero como referencia; por eso, el plafón genera una retícula de madera de maple que envuelve el acceso y acentúa la barra principal, construida con paneles de concreto pigmentado; esa misma retícula se despliega creando un volumen de exposición que baja detrás de la contrabarra.
“Cuando empezamos a desarrollar el concepto del restaurante nos dimos cuenta de que todas las referencias nos llevaban a un lugar verde y fresco (por la filosofía de la marca) y a lo primero que nos llevó la imaginación fue a los invernaderos. Encontramos nuestra inspiración en los invernaderos, en su formalidad: como retícula que contiene y como contenedor de la naturaleza en sí mismo. La naturaleza, entonces, también nos acompaña a lo largo de la narrativa de este espacio: las plantas, los materiales, los verdes y sus contrastes”, explica María Santibáñez, directora creativa de MS Estudio, con base en la Ciudad de México.
En Básico son dos las tonalidades que predominan: verde y coral, el primero hace referencia a la experiencia vivencial que se tiene con las plantas en un invernadero y el segundo se usa para contrastar y generar volumen. Ambos colores se hacen presentes en mosaicos de pasta, producidos artesanalmente en ‘La fabriquita’, una empresa muy reconocida en estos menesteres en Cholula, Puebla.
¿Por qué trabajar con materiales mexicanos? “Dos razones muy importantes. La primera es la sustentabilidad de los materiales. Al trabajar con materiales que son o se encuentran localmente, disminuimos la huella ecológica de éstos. La segunda razón es porque creemos que al ser una marca mexicana, los materiales tendrían que responder de la misma forma al proyecto, además de que particularmente el mosaico que escogimos representa las manos artesanas mexicanas y su calidez”, dice Santibañez.
En cuanto a mobiliario, se buscó el protagonismo, la integración y la armonía con los espacios y el ambiente a partir de elementos que responden a las necesidades funcionales y ergonómicas del lugar. Las luminarias, por ejemplo, las fabricó Bandido Studio, un estudio en Puebla llevado por dos diseñadores jóvenes. Con ellos se desarrolló el concepto de las luminarias para que fueran exclusivas de este restaurante.
La filosofía y el interiorismo van muy de la mano en este proyecto en específico. Los valores de la marca recuerdan que necesitamos nutrir nuestro cuerpo y al mismo tiempo ser conscientes de lo que estamos comiendo. El interiorismo de Básico, tiene la misma idea: nutrir visualmente y hacernos conscientes del espacio generando un lenguaje visual y espacial envolvente, que proporciona sensación de calma y bienestar. “Creamos una atmósfera acogedora que habla al mismo tiempo de contemporaneidad y vanguardia, de la misma forma que lo hace la marca”, concluye la directora creativa.