Al oriente de la CDMX, se encuentra el pueblo de Santa María Aztahuacan, un pueblo de la alcaldía de Iztapalapa caracterizado por la resistencia de sus tradiciones y costumbres al paso del tiempo; una tradición que se escribe en su carnaval prehispánico y sus mayordomías y que hoy se ve reflejada en sus muros.

Colectivo Tomate, una asociación civil que promueve acciones para la transformación y la empresa Comex a través de su programa de impacto social Comex por un México Bien Hecho, intervinieron alrededor de 1795 m² con 36 murales que van desde la plaza Herminio Chavarría, hasta la Plaza del Reloj en el pueblo de Aztahuacan; un trabajo en conjunto con 25 artistas locales, nacionales e internacionales que lograron plasmar las historias de las familias y llevarlas a las calles.
El proyecto ha sido nombrado Ciudad Mural Iztapalapa. Meses antes de mostrar los resultados, un equipo de Colectivo Tomate se instaló en el pueblo con el objetivo de conectar a las personas a través del diálogo y el arte, impartiendo talleres y realizando dinámicas que les permitiesen apropiarse de la idea.

El trabajo de los artistas -para el cual se requirieron 800 litros de pintura y 311 aerosoles- da cuenta de las historias de la llegada de las garzas; los charros; el mercado de trueque; los descubrimientos arqueológicos en la zona, su carnaval, los carros alegóricos y las historias de sus habitantes; un proyecto que llegó a la alcaldía de Iztapalapa para resaltar sus identidades por medio de la creación colectiva.









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