El Restaurante noma -cuatro veces reconocido como el mejor del mundo-, renueva su imagen y cambia de casa; en colaboración con Bjarke Ingels Group (BIG), el espacio fue desarrollado como un “pueblo restaurante” en el que la cocina es el centro de todo.
El nuevo noma se instala en las afueras del centro de Copenhague, construido con el propósito de organizar las funciones del restaurante en una colección de edificios separados, pero conectados. El restaurante se compone por once espacios, cada uno de ellos adaptado de acuerdo a sus necesidades y con los materiales idóneos para los mismos.
Cuando encontramos la ubicación del nuevo restaurante, supimos que teníamos que encontrar una solución arquitectónica que tuviera sentido para nuestros huéspedes, para el equipo y también para el entorno.
Peter Kreiner, Director General de noma
Un antiguo almacén militar que alguna vez fue utilizado para resguardar minas para la Marina Real Danesa fue el lugar seleccionado por la firma BIG para este proyecto, cada parte de la experiencia de este restaurante -su entrada, el salón principal, la parrilla y la cava- está agrupada alrededor de los chefs, quienes tienen una vista privilegiada desde la cual, pueden observar todo lo que ocurre en el lugar, misma ventaja que comparten los comensales.
Cada edificio está conectado por senderos cubiertos de cristal que permiten la entrada de luz natural y la interacción con los cambios del clima, convirtiendo el entorno en parte de la experiencia culinaria. En el exterior, tres casas independientes albergan el jardín del restaurante, la cocina de pruebas y la panadería.
Para su construcción se utilizaron materiales nórdicos y técnicas de construcción que destacan por sus acabados; la parrilla es una cabaña gigante que aloja una gran chimenea hecha completamente de ladrillo, con un aspecto cómodo y acogedor.









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