La costa de San Pablo, Brasil es un territorio donde la arquitectura contemporánea dialoga con la naturaleza en proyectos que buscan equilibrio, sostenibilidad y estética. En Ubatuba, rodeada por la exuberante selva tropical, se levanta la Residencia JV, diseñada por Pitta Arquitetura. Este hogar de 260 m² combina diseño contemporáneo, confort térmico y materiales naturales para crear un refugio íntimo y respetuoso con su entorno.
Arquitectura que se integra con la selva
Desde su concepción, la Residencia JV fue pensada como un espacio donde la arquitectura no invade, sino que se adapta al entorno tropical. La casa se extiende en dos plantas que aprovechan las vistas a la vegetación y al bosque tropical, con un diseño que prioriza la ventilación cruzada, la luz natural y la conexión con el exterior.
“Buscamos crear un diseño sencillo y elegante, donde la cubierta a cuatro aguas revestida de tejas negras se convierte en un fuerte elemento de identidad visual, integrándose a la vez con el paisaje”, explica Thiago B. Pitta, arquitecto a cargo del proyecto.
Como resultado es un equilibrio entre líneas modernas, materiales cálidos y soluciones técnicas que garantizan privacidad sin perder la sensación de estar inmerso en la naturaleza.
Diseño que une confort y estética en San Pablo
Uno de los sellos distintivos de la residencia es el uso de aleros generosos, que protegen del sol directo y crean zonas de transición entre el interior y el exterior. Este gesto arquitectónico fomenta la vida al aire libre y refuerza la idea de que la vivienda es parte del paisaje.
El contraste entre los paneles de madera grisácea y la estructura metálica negra aporta sobriedad y carácter contemporáneo, manteniendo siempre un diálogo discreto con la vegetación circundante.
“Nuestro objetivo era reflejar el deseo de los residentes de una vivienda acogedora y funcional, que a la vez mantuviera un diálogo respetuoso con el entorno”, señala Rodrigo Alves Pereira, miembro del equipo de Pitta Arquitetura.
Materiales naturales y diseño interior en armonía
El uso de materiales naturales es clave en el proyecto. La madera recubre techos, balcones y carpintería, generando continuidad visual y sensorial. Los muebles a medida, desarrollados por GM Marcenaria, refuerzan la atmósfera cálida y artesanal, con estanterías abiertas, mobiliario de cocina y acabados en la sala de estar.
Los suelos claros se extienden desde las áreas interiores hasta las terrazas y la piscina, diluyendo fronteras y fortaleciendo la integración con el exterior. Además, los paneles de lamas y contraventanas permiten regular la entrada de luz, garantizar privacidad y favorecer una ventilación constante.
“Más que comodidad, la intención era ofrecer a los residentes una experiencia sensorial completa, donde la naturaleza entra en el hogar y se convierte en parte de la rutina diaria”, comenta Luiza Querido, colaboradora del estudio.
Distribución pensada para la vida familiar
La Residencia JV distribuye sus espacios para adaptarse a la vida cotidiana. En la planta baja se integran sala, comedor y cocina con una isla central que conecta al balcón gourmet, espacio que puede cerrarse mediante paneles plegables.
En el mismo nivel se ubican tres suites, incluida una diseñada especialmente para niños, con acceso directo al jardín y a la piscina.
En la planta superior, la suite principal y una sala multifuncional que sirve como oficina o sala de TV ofrecen un refugio íntimo con vistas a la Serra do Mar. El paisajismo, diseñado por Plantare, incorpora especies tropicales que rodean la vivienda, garantizando privacidad y reforzando la conexión con la piscina, corazón del área social.
Diseño tropical contemporáneo
Ocho meses de diseño y un año y medio de construcción dieron forma a una vivienda que refleja la esencia de la arquitectura tropical contemporánea. El proyecto combina tecnología, estética y bienestar, con la colaboración de firmas especializadas como Portobello (revestimientos), Geo Cerâmica y Spot Iluminação (iluminación), Polytec (parrilla) y Mundo das Pedras (acabados).
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