27 noviembre 2024
Glocal 80 | Un bosque de niebla citadino: Cárpatos por IUA + Lorena Vieyra
Con un lenguaje arquitectónico que refleja los cielos, el paisaje y las construcciones vecinas, Cárpatos se mimetiza con el contexto que la rodea. Su cancelería junto con el aplanado de estuco gris claro apaciguan la luz en el interior y dotan al volumen frío y rígido de una sensación de calidez inesperada.
Ubicada en un área residencial de poca densidad en la Ciudad de México, en donde hoy se permite la construcción de una vivienda por cada 1,000 m2 de terreno, casa Cárpatos se caracteriza por estar en una zona formada por algunos predios subdivididos con anterioridad a esta norma y con rasgos arquitectónicos muy particulares. «En este caso, trabajamos en un terreno de 400 m2 compuesto por 10 metros de frente y 40 de profundidad. La cualidad angosta y alargada del terreno —junto con la normatividad estricta del lugar— fueron los primeros componentes externos que nos llevaron a dar forma a la casa. Las restricciones frontales y posteriores, de 5 metros y la restricción lateral de 3 metros marcaron el perímetro exacto de la construcción», describe el arquitecto Ignacio Urquiza acerca del proyecto.
La estrategia de diseño apuntó hacia la mayor amplitud espacial posible en el interior, buscando una sensación de apertura y de relación continua con el exterior, es por eso que un jardín perimetral —diseñado como un bosque de niebla— rodea la estructura de acero y cristal en sus tres lados. Al centro del proyecto, donde se ubican las circulaciones verticales, el jardín se inserta para generar un vacío que multiplica la relación interior-exterior y la amplitud, al mismo tiempo que funciona como núcleo de control de temperatura de la casa.
«La rigidez del volumen se suaviza con gestos e intervenciones particulares; la estricta modulación se adapta al uso y al programa que alberga, mientras que el perímetro del espacio exterior es continuamente interrumpido por vegetación. Los vacíos del sótano sugieren una circulación interior y exterior del volumen; la fachada reflejante le da una cualidad cambiante que la vuelve distinta, nueva con cada hora del día y con las condiciones del clima que refleja».
El interior de este volumen es dinámico: dobles alturas, puentes y terrazas exteriores techadas se entrelazan con la estructura y generan una sensación espacial que fluye con el exterior y el habitar de la caja.
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