27 noviembre 2024
Glocal 80 | Los tonos dorados del buen vivir: Casa Grevilea por Miguel Concha Arquitectura
Casa Grevilea –ubicada en Querétaro– es prueba de que las casas transitan con la vida de sus habitantes. El buen vivir que dibuja la personalidad en su interior se describe a través de la historia familiar, sus viajes ylas memorias de sus moradores.
El cuidado por la privacidad en Casa Grevilea se nota desde la entrada principal, la cual queda oculta detrás de una valla vegetal y una sinuosa escalinata. Entre los dos volúmenes que conforman la residencia corre un pasillo de mármol Monterrey grabado con un patrón que inspiraría también las formas de una reja diseñada específicamente para el proyecto. Con el destello verde de helechos y garras de león a los costados, la recepción impacta con una sensación selvática que se fuga hacia la frescura de un estanque y un jardín que se extiende, al fondo, libre y arbolado.
Del lado izquierdo, la edificación original, geométrica e imponente –y antes cubierta de paneles de aluminio– continúa la fachada de madera quemada. Al interior, los espacios que fungían como sala y comedor quedaron destinados a las actividades de estudio y juego de los niños; esto mediante decisiones de interiorismo que incluyeron la incorporación de mobiliario infantil y elementos de tonos y texturas que generaran una atmósfera alegre, tan acogedora como llamativa.
Mediante una escalera en espiral se desciende a la planta baja, directamente al área de sala, comedor y bar; los cuales se extienden hacia el jardín a través un sistema de canceles abatibles y una terraza que, respondiendo a las dinámicas de los habitantes, permiten acotar o ampliar los espacios de convivencia.
La riqueza de los materiales luce franca en la amplitud de este espacio: el suelo de granito Negro Zimbabwe, la cubierta de la barra en Magma Gold cepillado, y, finalmente, a petición explícita del cliente, el ladrillo antiguo con que se levantó el muro principal y los durmientes de ferrocarril utilizados en el frente de barra, repisas y escalera. Del mismo modo, un cuadro de Luis Selem, otro piano de cola y elementos que responden a la personalidad de los clientes como las hélices de avión o un futbolito, conforman un universo particular que los hace funcionar y transmitir la personalidad específica de la familia.
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