El lugar elegido para edificar Casa LR está rodeado de vegetación y un fabuloso atardecer, inspiró al arquitecto para crear una casa que celebrara la naturaleza y brindara un remanso de descanso a sus habitantes. Combinando marcos de acero, enormes paneles de vidrio y una conexión armoniosa con la naturaleza circundante, esa vivienda se destaca como un refugio contemporáneo perfecto para una pareja joven y su hijo.
El terreno en desnivel es de 2 500m² donde se hicieron dos mesetas, en la primera se ubica toda la casa y en la segunda una cancha polideportiva. Un pasillo interno une el edificio a una calle local de la villa. La planta se proyectó con un enfoque en la comodidad y la fluidez del espacio.
Una gran terraza de madera se extiende desde un área gourmet, creando un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la hermosa vista que lo rodea. Una piscina infinita estratégicamente ubicada, se fusiona con la vista montañosa, provocando la sensación de estar inmerso en un oasis natural. Un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la puesta de sol.
En la planta superior, se planificaron amplias habitaciones para ofrecer comodidad y privacidad, mientras que los grandes ventanales y los porches tienen impresionantes vistas panorámicas. La suite principal, en particular, tiene una vista impresionante del paisaje montañoso y el horizonte hacia el oeste. Cada habitación fue planeada para ser un refugio acogedor y tranquilo, con detalles que invitan al descanso y la relajación.
El marco de acero fue elegido para permitir amplios espacios abiertos sin la necesidad de pilares o columnas intrusivas, además de tener un diseño contemporáneo. Los vidrios transparentes aumentan la conexión con el paisaje circundante dejando que la luz natural inunde todos los rincones.
Al ingresar a la casa, los visitantes son recibidos por un jardín interior que combina con la sala, el comedor y la cocina. El diseño interior de la casa también es notable. La naturaleza se introdujo en el interior a través de una combinación de plantas y elementos naturales, como rocas y grandes paneles de madera.
La casa fue diseñada para promover un estilo de vida sostenible. Los paneles solares se combinaron discretamente en el techo, ofreciendo energía limpia y disminuyendo la dependencia de la red eléctrica. Los brises metálicos amaderados filtran la luz solar, reduciendo el uso del aire acondicionado, además de homogeneizar el frente.
Con las habitaciones y el área de recreación orientadas al atardecer, la Casa RL ofrece una experiencia única de vivir en simbiosis con un bosque atlántico preservado. Una auténtica obra maestra arquitectónica que equilibra a la perfección el confort, la estética y la relación con el entorno natural.
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Edición 73 | «El interior que nos construye» | Pedre


