19 octubre 2020
Una cabaña al aire libre: Skigard Hytte por Mork-Ulnes Architects
Encaramada en la cornisa de una montaña empinada y enmarcando la vistas panorámicas de un valle y un río, la arquitectura de esta cabaña hace referencia a elementos del lenguaje vernáculo local.
Casper y Lexie Mork-Ulnes (Mork-Ulnes Architects) recientemente terminaron la remodelación de Skigard Hytte, una cabaña de montaña para ellos y sus hijos en la comunidad de Kvitfjell, Noruega, la cual funcionaba como un esquí-resort que en sus buenos tiempos fue desarrollado para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1994 en Lillehammer.
Skigard Hytte es el primer proyecto que Casper y Lexie Mork-Ulnes toman desde cero y que han construido para su propia familia. La pareja se conoció hace 20 años en un viaje de esquí y siempre han compartido su amor por la montaña, la nieve y el esquí. Vivían en San Francisco y se trasladaron a Oslo en 2011, donde convirtieron una antigua sala de billar en un castillo en su residencia. Con sus dos hijos, Lucía y Finn, han decidido construirse una cabaña en las montañas donde puedan abrazar completamente el estilo de vida al aire libre de Noruega.

Después de asegurar un sitio de 2,000 m² en la estación de esquí de Kvitfjell, con vistas panorámicas del valle, Casper y Lexie empezaron a dar forma al retiro que siempre habían soñado para ellos mismos: la casa principal cuenta con un anexo para invitados y cada habitación dispone de vistas con las cualidades únicas del sitio.
Los arquitectos le han dado a la casa una configuración inusual, pero sencilla; levantando el inmueble sobre patas delgadas de CLT y permitiendo que la hierba y las ovejas permanezcan debajo, también crearon una plataforma de observación elevada sobre la naturaleza. La ubicación de la cabaña da a la familia la oportunidad de salir directamente sobre los esquís para alcanzar las pistas o las tiendas y restaurantes.

Ubicada en el lado oeste de Kvitfjell, a 45 minutos al norte de Lillehammer, la cabaña diseñada por Mork-Ulnes Architects, está situada a 943 metros sobre el nivel del mar, casi en la cima de una montaña (1.039 metros). Su gran altitud significa que está expuesta al severo clima invernal, a veces metido en un puño y a veces flotando pacíficamente por encima de las nubes en el valle de abajo.
El proyecto es una respuesta específica del sitio al contexto y al paisaje cultural. Se erige como un ejemplo de cómo la arquitectura puede transmitir conocimientos pasados al presente, creando un vínculo afectivo con el paisaje construido. “Hemos tenido mucho cuidado al estudiar las condiciones del terreno, analizando la construcción local y las tipologías de cómo queríamos entender las formas y la cultura arquitectónica local”, dice los arquitectos sobre este proyecto.





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