Ubicado en la colonia Roma Norte de la Ciudad de México, el restaurante Martínez, toma vida en 2022, dando lugar a un espacio que ofrece una experiencia gastronómica única y casual, el cual logró llevarse a cabo por la ejecución de Orma Taller.
Este proyecto surge por encargo del chef Lucho Martínez y su esposa Fernanda Torres, tomando como inspiración el carácter culinario prominente del chef con platillos provenientes de diferentes culturas, como lo es la mexicana, japonesa y francesa; mezclando la cocina tradicional con la contemporánea.
ET Studio detalla que con el constante movimiento y crecimiento de la ciudad, los espacios urbanos toman un papel importante de identidad, en donde los usuarios puedan usar estos espacios como refugios, es por esto que en el diseño del restaurante Martínez se buscó que desde su interior se percibiera como un lugar íntimo, que al mismo tiempo se incorpora con lo habitual del día a día.
Desde el exterior se puede ver una fachada discreta, teniendo al color verde como protagonista. La puerta enmarca una vista hacia la cotidianidad de la cocina, dándole la bienvenida al usuario, actuando como remate visual. Los grandes ventanales nos permiten tener dos tipos de ambiente tanto en el día como en la noche, a su vez la cortina de lino nos permite conservar la entrada de luz natural al espacio, que de igual forma proporciona privacidad entre el interior y exterior.
En su interior, el característico mueble de la estación de servicio te recibe con su gran variedad de vinos que te acompañarán en la comida. La distribución del proyecto se divide en el área de cocina abierta, siendo el espacio de mayor importancia, delimitada por la barra, la cual forma una parte clave del proyecto, ya que permite vivir una experiencia más dinámica al enfocar la vista hacia la cocina donde se están preparando los platillos al momento, alrededor el área de comensales conformada por una mesa redonda y un booth con un espejo a lo largo que multiplica el espacio visualmente, cumplen con la misma función del dinamismo como la barra, y al fondo el área de servicio.
En el diseño, predominan espacios funcionales, donde el mobiliario enmarca los lugares de transición para un mejor desplazamiento de los comensales y personal, las estaciones de servicio facilitan un servicio íntegro, sin perder su enfoque estético.
Se creó una combinación de materiales que generan sensaciones al usuario, así como lo hacen los platillos, con materiales fríos como el concreto y cálidos como lo es la madera. La expresión del concreto toma un papel auténtico importante, encontrándose en piso, losa y columnas, ya que desde un inicio se buscó la integración de los materiales aparentes, retirando acabados hasta llegar al elemento estructural, incorporando materiales en conjunto con los mosaicos blancos hasta el mobiliario.
El uso del acero inoxidable se destaca en sus luminarias, barra y mesas, combinados con madera y piel para mantener el ambiente de hospitalidad y simpleza que se refleja en su comida.
El contraste en la iluminación acentúa áreas del restaurante, su tonalidad cálida da a el lugar un enfoque acogedor, con juego de luz y sombra, creando una atmósfera en el espacio interior y exterior.