Partiendo de un presupuesto limitado, el estudio paraguayo Equipo de Arquitectura desarrolló un proyecto de oficina en el que se combinan procesos experimentales de aprovechamiento y transformación de materiales disponibles y recuperados. Estos materiales, en su mayoría naturales, como la tierra, la madera y los vidrios reciclados se configuraron respetando el entorno que los acogió.
La estructura se envuelve alrededor de dos árboles existentes: el chivato, que permaneció fuera del volumen, y el guavirá que se ubicó justo en medio del espacio para crear un ambiente que reconecta con la naturaleza.
Construido con muros de cemento de 0.30 que soportan el peso de la losa, la cual descansa sobre 20cm del muro sin un anclaje, ni amarre. En lo que respecta al mobiliario, los elementos que se encuentran dentro de la oficina, así como sus puertas, están fabricados con placas fenólicas que se utilizaron del encofrado de la losa. La biblioteca suspendida se prende de los muros para favorecer el paso de la luz.
Este minúsculo pero funcional espacio, le da prioridad a la entrada de la luz natural a través de dos grandes placas de vidrio colocadas a 90° que enmarcan perfectamente el área central de la oficina; un espacio que funciona para el trabajo, la relajación y el disfrute.