¿Es posible tener una obra de arte al fusionar arquitectura y diseño? Actualmente, el uso de piedras naturales en decoración abre nuevas oportunidades para crear ambientes sofisticados que dotan a los espacios con el magnetismo de una pieza única. Esta tendencia, que marcará el rumbo del diseño en 2024, busca transformar simples muros en auténticas obras de arte.
La clave para lograrlo radica en actualizar el estilo decorativo clásico y dar paso a la “elegancia natural“. Tapices y maderas sustituyen, cada vez con mayor frecuencia, a la pintura en la cobertura de muros, creando ambientes acogedores que demandan menos mantenimiento y garantizan mayor durabilidad. Sin embargo, la diferencia se alcanza al combinar placas de piedras naturales como mármoles, granitos y cuarzos, dando como resultado diseños únicos que se transforman en auténticas obras de arte.
Dentro de esta visión, el bookmatch con mármoles o cuarcitas destaca como una forma de conferir protagonismo a los muros, creando diseños que continúan o reflejan el dibujo natural de la piedra. Este enfoque convierte cualquier espacio del hogar en un punto focal inevitable.
Este 2024, la tendencia hacia la elegancia natural se refleja también en corrientes como:
Peach Fuzz: El color de 2024. Este tono melocotón aterciopelado, PANTONE 13-1023, se impone como el color del año. Este matiz, radiante y cálido, conecta lo juvenil con lo atemporal, reflejando el anhelo innato de cercanía y conexión.
Vivir lo natural. La búsqueda de la conexión con la naturaleza se refleja en tonos asalmonados, verdes y cafés, junto con materiales que emulan madera, bosque y piedra, como se observa en la colección “Essentia”. Colores básicos como diversas tonalidades de beige y nuevos grises exóticos siguen siendo protagonistas. Grandes formatos en porcelánicos con acabados innovadores, como el bambú o el leather se imponen, conectando con la naturaleza.
La piedra natural al aire libre. Arquitectos y diseñadores experimentan con texturas innovadoras en exteriores, cubriendo superficies con piedras naturales o maderas sintéticas, también ganando terreno en fachadas, en donde se priorizan además elementos naturales como cristales, acero y aluminio.
En las cocinas, se impone la cuarcita. Buscando diseñar cocinas con mayor resistencia al uso, este material que combina una fórmula imbatible de sofisticación y durabilidad, que asemeja en apariencia al mármol, propone superficies claras con toques elegantes para las cocinas modernas.
El mármol “trepa” a los muros. Este elegante material cede su papel tradicional en pisos y mesadas, para ahora vestir muros en baños y cocinas, potenciando sus usos, así como su riqueza visual y estética. Otra tendencia para este año es también la combinación de diferentes acabados entre superficies pulidas y otras con terminaciones más rústicas o naturales.
En las remodelaciones, toques pop de colores vibrantes. Al renovar espacios, mantener colores y materiales clásicos, además de agregar toques pop de color vibrante en muros, mesas o una barra crea un gran impacto visual. En los muros, es ideal el uso de placas exóticas para lograr un bookmatch único.
Optar por el lujo también es tendencia. Experimentar con materiales lujosos se refleja en la incorporación de piedras semipreciosas como ágata, amatista o sodalita en el diseño de interiores, buscando crear espacios únicos y especiales. Así, el deseo de “tener una obra de arte en casa” deja de ser un tabú y se hace realidad para más personas.