03 noviembre 2025
Glocal 86 | Félix Sánchez: El hogar como una extensión de la vida
¿Cómo se construye un refugio personal? El arquitecto Félix Sánchez nos abre las puertas de su casa para mostrar los rincones que ha creado al lado de su familia y su compañera de vida Anna Fusoni; algunos quizá más divertidos que otros, pero todos con el mismo sentido: celebrar la vida.
En la colonia Condesa, los parques España y México se han convertido en dos emblemáticos pulmones verdes para la Ciudad de México. El Parque España es conocido por su monumento a Lázaro Cárdenas y su pequeño lago con puente, mientras que el Parque México destaca por sus senderos y su estilo Art déco. Ambos fueron diseñados por el arquitecto José Luis Cuevas y se viven como un escape natural donde la memoria del barrio, la arquitectura y la vida cotidiana se entrelazan.
Allí, el arquitecto Félix Sánchez y su esposa Anna Fusoni han encontrado su refugio personal. Un espacio que combina historia, diseño y experiencias cotidianas. Un lugar en donde cada rincón tiene un sentido y cada decisión arquitectónica refleja su manera de vivir.
«Creo que lo más importante es que Ana y yo logramos vivir en el barrio que nos gusta, el cual conocemos como la palma de nuestra mano», confiesa emocionado el arquitecto Sánchez, recordando cómo la familiaridad con su entorno les aporta seguridad y satisfacción diaria. «Vivir entre los alrededores de la colonia Condesa significa reconocer cada calle, cada esquina y disfrutar de la vida urbana sin perder el sentido de hogar», dice.
Platica que el edificio que hoy alberga su penthouse no siempre tuvo esa función. Antes fue una escuela de natación donde sus hijos aprendieron a nadar y años después se transformó en un proyecto inmobiliario diseñado por su hijo Javier Sánchez, quien también es socio-director del taller de arquitectura JSa. «Yo nomás le dije: ‘Okay, me interesa adquirir el penthouse y diseñarlo yo’. Lo que le pareció perfecto, y así Ana y yo arrancamos con la historia de nuestro hogar», recuerda Félix, quien reconoce la colaboración familiar y la mezcla entre lo profesional y lo personal.
Claro que la intervención de su hijo Javier también fue decisiva: la sugerencia de colocar las recámaras abajo y la sala arriba permitió crear una terraza al cielo que se convirtió en el bote salvavidas durante la pandemia.«Todas las casas, aunque sean chiquitas, deben tener forzosamente un balcón o una terraza», enfatiza el arquitecto.
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