Casa NOAH en Valle de Bravo: dos prismas entre bosque y luz
Un refugio contemporáneo frente al campo de golf
Diseñada por CADAVAL ESTUDIO, Casa NOAH en Valle de Bravo se emplaza frente al campo de golf de Rancho Avándaro, en un entorno boscoso que equilibra clima húmedo, paisajes montañosos y vistas privilegiadas. Concebida como un refugio de fin de semana, la casa articula su programa en torno a dos prismas que minimizan el impacto volumétrico y promueven la privacidad.
Arquitectura bioclimática y espacialidad flexible
El volumen menor concentra los espacios públicos: una sala de doble altura, comedor, estudio en mezzanine y una gran terraza techada que funciona como umbral entre el interior y el jardín. Esta área semiexterior es el corazón social de la casa, una pieza que se abre a la alberca, al paisaje y a la cocina, que articula ambos volúmenes. El cuerpo longitudinal alberga habitaciones, áreas de servicio y un pórtico perimetral que genera sombra y terrazas cubiertas.
Materialidad invertida: peso visual arriba, ligereza abajo
Casa NOAH apuesta por una estrategia tectónica que subvierte expectativas: el basamento de concreto aparente actúa como zócalo liso y ligero, mientras que la parte superior se reviste de piedra volcánica, otorgando peso visual y textura al conjunto. Al interior, esta lógica se invierte una vez más: la piedra se transforma en cálidos paneles de madera, generando atmósferas íntimas y acogedoras.
Una casa para habitar el paisaje
Más allá de sus cualidades formales, Casa NOAH en Valle de Bravo es una lección de integración arquitectónica: una vivienda donde cada espacio, cada apertura y cada material están diseñados para habitar el entorno con sensibilidad. CADAVAL ESTUDIO logra un equilibrio entre forma, función y contexto que dialoga con la naturaleza sin imponerse.
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