31 julio 2025
Fort Greene: habitar la calidez desde lo esencial
Adelphi Townhouse, diseñada por Barker Architecture Office, reinventa una townhouse de cuatro niveles en Brooklyn a partir de luz natural, tonos neutros, carpintería de roble y un lenguaje cálido, práctico y fluido.
Luz, carpintería y proporción al servicio de la vida cotidiana
Ubicada en Brooklyn, Fort Greene es una casa adosada de cuatro niveles rediseñada por Barker Architecture Office para una familia con dos hijos pequeños. Lejos de una restauración tradicional, el proyecto propone una reconfiguración espacial y material que favorece la vida cotidiana, la funcionalidad y la belleza silenciosa.
        Paleta neutra con acentos luminosos
La intervención se define por una paleta de blancos, roble claro, amarillo lavado y azul tenue. En lugar de molduras decorativas, los detalles emergen de materiales táctiles: roble tambor, vidrio estriado, yeso texturizado y superficies de terrazo. La casa se piensa desde el uso real: luz natural, visuales despejadas y materiales duraderos.
        Reconfigurar para habitar mejor
El reto fue transformar una estructura desfasada —con techos desiguales, escaleras deterioradas y distribución obsoleta— en una secuencia fluida. La sala se mantuvo abierta para observar a los niños; la cocina elevó su piso para ganar luz y espacio hacia el jardín. La segunda planta se convirtió en una suite principal con terraza, y el último nivel se diseñó para los hijos, con techos forrados en papel tapiz de pájaros y nubes.
        Carpintería como lenguaje visual
Desde el banco de acceso hasta el aparador del comedor y la banqueta empotrada en la cocina, la carpintería a medida establece continuidad material. Cada pieza dialoga con la siguiente, generando ritmo y proporción. En el baño principal, un volumen de yeso con chimenea, bañera y ducha arqueada define la intimidad.
        Una casa pensada para crecer
Fort Greene no pretende ser monumental. Su fuerza reside en el detalle, en la luz que se filtra por las ventanas de acero, en el aplique escultórico que acompaña la escalera, en los azulejos de cemento del baño infantil. Es una casa que no se impone: se ofrece al tiempo y al afecto.