A las afueras de Valle de Bravo se encuentra Casa Rancho Avándaro, una villa de descanso creada para disfrutar del vasto entorno natural. Trazada por Renatta Chain y Lina Siman, fundadoras y directoras de Chain + Siman, esta casa se inspira en las antiguas haciendas mexicanas aunque sin dejar de equilibrar la naturalidad de sus jardines con unos imponentes volúmenes de piedra, cuya masividad y pureza hacen alarde al uso de materiales regionales.

El proyecto consta de tres volúmenes principales, cada uno contenido por muros de piedra a modo de cartelas que se conectan entre sí. Cada volumen tiene una cubierta de tejas a dos aguas soportadas por viguerías de madera que asumen alturas distintas puesto que responden a distintas necesidades.




Fue importante lograr que la casa funcione de manera autónoma, pero que sea capaz de recibir visitas de familiares y amigos. Por lo tanto, se generó un volumen anexo que se conecta a la casa a través de un puente de cristal que atraviesa el patio, funcionando como un espacio privado para las visitas, pero integrado al programa general.
El diseño de interiores se apoya en la iluminación, los acabados y la vegetación del lugar. La piedra conserva al interior su esencia natural, complementada por elementos en herrería negra, madera en distintas tonalidades –en tapancos, muebles y muros divisorios– y concreto colado –en pisos, cocina y baños–.
Ubicación: Valle de Bravo, Estado de México
Año: 2020
Área construida
Casa: 520 m2
Terraza: 256 m2











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Edición 83 | Mujer & Forma
