Una invitación a contemplar la belleza que hay en el camino. Esto es lo que propone la Casa em Percurso, un ambiente de los arquitectos Emanueli Schneiders y Leonardo Gazzoni, de Octaedro Arquitectura.
El espacio de 220m² es un refugio de bienestar. Albergando una zona de estar amplia y fluida con espacios de cocina, comedor y sala de estar, así como una zona exterior con salón, chimenea y gourmet, la casa busca reconectar a las personas con sus lugares de contemplación y conversación, en su forma más genuina de entender y experimentar el espacio contemporáneo.
Casa en Percurso: al rescate de una vieja escuela
La fuerza y el vigor de la naturaleza en deconstrucción vibran en presencia de piezas creadas por los arquitectos especialmente para el espacio y de elementos que ponen de relieve la naturaleza en movimiento, como la mesa con base de madera de desecho carbonizada y su tablero flotante que parece brotar del suelo irregular, que a lo largo de su longitud toma forma y guía al visitante; la escultura mural/lámpara Nuvem, desarrollada en ramas de guayaba y algodón natural, en su evidente y única impresión de la naturaleza en su fugacidad y fuerza, y la cortina de tallos de helecho que, en transparencia y ligereza, revela los contrastes y texturas en la extensión del espacio.
Invitación a la reflexión
En su propuesta de contemplación y, principalmente, de convivencia, la Casa en Percurso instiga a la reflexión sobre una nueva forma de vivir, que debe y necesita volverse hacia sí misma, en su esencia, y favorecer los intercambios y la proximidad entre las personas y en sí misma, en su núcleo.
En la zona exterior, la vegetación funciona como un eje que dirige la mirada – junto a la zona gourmet, el paisajismo es el fondo principal, favorecido por la transparencia de las estructuras funcionales del banco exterior. En el otro extremo, el lago creado por los arquitectos emerge con naturalidad y delicadeza, tanto en su variedad de especies como en la belleza de su composición con la gran casa de fondo.
Así, el vívido ambiente tropical del lago, la vegetación y el espacio de conversación exterior transforman la casa y la reconectan con su entorno. La estructura y el sutil diseño del columpio enmarcan el pequeño paisaje que, de alguna manera, se convierte en un oasis en el corazón de la vieja escuela.