26 junio 2020

Refugio urbano en concreto blanco: Museo Juan Soriano

¿Dónde termina el museo y dónde inicia la ciudad? La obra del Centro Cultural y Museo Juan Soriano se vuelve un atajo hacia la equidad a través del paisaje, la arquitectura y el arte.

Por: Redacción

Fotos: Jaime Navarro, Rafael Gamo

Dentro de un predio rodeado de árboles y la corriente de agua de un aplantle, este jardín de 7,366 metros cuadrados se extiende invitando a los habitantes cercanos y lejanos a recorrerlo, atravesarlo y vivirlo, no como un jardín privado, sino como un espacio que se abre a flujos de entrantes y salientes.

 

El único argumento del artista tapatío Juan Soriano era descifrar la historia de las ideas a partir de pinturas, esculturas, escenografías y diseños. Radical y observador, Soriano frecuentaba el Café París y deambulaba por la ciudad en busca de rostros y testigos de su delirio. El Museo Morelense de Arte Contemporáneo muestra una aproximación en dos tiempos sincrónicos: integración plástica y espacio colectivo.

La propuesta –desarrollada y ejecutada por el taller de JSa Arquitectura– posibilita un atajo (pasaje) y un umbral (museo). El primero conecta dos puntos creando un circuito extrapolando las calles del Centro Histórico hacia el barrio de Amatitlán en Cuernavaca, Morelos, en una diagonal que trasciende los muros museísticos; y el segundo apela a una narrativa construida que reúne momentos, secuencias espaciales, vanos, encuadres, trayectos, plazas, esculturas, espejos de agua, jardines y árboles frondosos.

 

Se trata de un refugio urbano de cierres y aperturas a través de contenedores y envolventes en concreto blanco aparente que figuran como lienzos para acercar el arte a la ciudad y viceversa. Además de las esculturas, la obra de Juan Soriano se exhibe con una exposición de obra bidimensional.

 

jsa.com.mx




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