Diseñada por Simone Farresin y Andrea Trimarchi para la empresa italiana de iluminación Flos, la lámpara WireLine que es precedida por el modelo WireRing, retoma el cable de alimentación, que normalmente se esconde, como una de las principales características del diseño. Esta luminaria colgante ha sido fabricada en vidrio borosilicato que contiene una fuente de luz LED y extremos de acero inoxidable torneado, mientras que su sistema de energía se esconde en un cable aplanado para asemejar una correa hecha de goma.

Esta nueva lámpara de Studio Formafantasma fue presentada en el marco de Euroluce 2019 dentro del Salone del Mobile Milano y tiene la peculiaridad de haber sido diseñada para existir individualmente o bien, instalarse repetidamente para obtener composiciones visuales más elaboradas.

Una de sus principales características es, sin duda, su capacidad para combinar el caucho con un tubo de vidrio extruido: un material que generalmente no se considera noble con otro que se percibe como muy sofisticado. En pocas palabras, el diseño que se redujo a lo mínimo -el cable eléctrico y la fuente luminosa- encuentra su potencial, tanto estético como práctico, en la aparente simplicidad de sus materiales y la capacidad técnica de su realización.

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Edición 77 | Especial: Salone del Mobile Milano 2024


