04 noviembre 2025

Glocal 86 | Pepe Moyao: El encuentro con una casa que parecía esperar

Un arquitecto que decidió habitar la memoria de la ciudad. En su casa-estudio de la Roma, Pepe Moyao encontró no solo un refugio personal, sino un manifiesto de cómo lo antiguo puede dialogar con lo contemporáneo.

Por: Redacción Glocal Design

Fotos: Jaime Navarro

La historia comienza en los años posteriores al sismo de 1985, cuando la colonia Roma Norte estaba marcada por la incertidumbre y el abandono. Muchos se habían ido, pocos querían vivir en un barrio golpeado por la tragedia; sin embargo, para Pepe Moyao el destino tomó forma en una esquina cotidiana. 

«Yo antes tenía mi estudio en Tonalá 121 y después del sismo del 85 prácticamente nadie quería vivir de este lado. Yo venía a una comida corrida aquí en la esquina de Tonalá y Colima, en una casa muy similar, de 1913. Y un día vi que la vendían», recuerda. 

No había un plan maestro ni un deseo premeditado. La oportunidad apareció como una consecuencia, no como un objetivo. «Me atreví a meterme en este paquete de comprarla. No me alcanzaba para remodelarla y cuando me quedé solo, terminé con una casa vieja sin nada». 

Era un reto mayúsculo: cambiar pisos, instalaciones y recuperar un inmueble que parecía condenado al deterioro. Pero también era un acto de fe en el barrio y en su propia intuición. 

Entre muros que cuentan historias 

Con más de un siglo de vida, la casona no solo guardaba polvo y grietas. Guardaba relatos. Uno de ellos llegó por voz de un vecino ilustre: Guillermo Tovar de Teresa. «Me platicó que en el semisótano había muerto un macrocefálico», comparte Moyao. Una anécdota inquietante que se suma a la memoria secreta de las casas antiguas, esas que cargan cicatrices y misterios. 

También estaba la huella reciente del sismo. El ingeniero Bárbara Zetina, propietario previo, había reforzado la estructura tras el recargamiento de un edificio vecino. El inmueble, catalogado por Bellas Artes, sobrevivía gracias a un sistema constructivo sin castillos, basado en el engrane de tabiques. «En los sismos se mueve como gelatina, pero trabaja muy bien gracias a los muros medianeros», explica el arquitecto. 

El proceso de restauración: habitar entre pasado y presente 

El mayor reto fue decidir cómo vivirla. «Mucho tiempo estuve pensando si vivía en medio, arriba o abajo», dice. La respuesta la encontró en un gesto arquitectónico: reubicar la escalera principal. Antes estaba al fondo; ahora ocupa el centro, uniendo lo clásico con lo contemporáneo. 

 

El proceso tomó casi dos años. Moyao se impuso un principio: respetar la estructura. No demolió muros. Incluso cuando un muro capuchino intermedio colapsó durante las obras, decidió reforzarlo en lugar de sustituirlo. Todas las instalaciones se renovaron, y los apagadores fueron diseñados separados de las paredes, para no dañar el sistema original. El resultado es una casa que conserva la memoria material, pero que al mismo tiempo se abre a nuevas formas de habitar. 

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Edición 86 | Trazos del arquitecto
La portada de la Edición 86 de Glocal Design Magazine celebra el XV Aniversario de la revista con una composición arquitectónica que rinde homenaje al color, la colaboración y el diseño mexicano. Inspirada en los Colores del Año 2026 de Comex —Cielito Lindo 297-01 y Xoconostle 128-07—, la propuesta de Nadja Borrás y José María “Chema” Gaona (Gensler Latinoamérica) traduce la dualidad cromática en geometrías limpias, planos superpuestos y juegos de luz y sombra.