11 noviembre 2025
Gerardo García: La casa como un organismo en evolución
En el oficio arquitectónico existen proyectos que se definen conforme escalas de dibujo y trazos milimétricos; y otros, que se van revelando con el tiempo. La casa del arquitecto Gerardo García cae en esta última categoría. Un espacio que, sin haber sido concebido desde cero, ha madurado junto a su estilo de vida, convirtiéndose en una extensión tangible de su pensamiento profesional y su sensibilidad personal.
En una colonia que comparte una conexión sensorial con el aire fresco y la luz solar por su proximidad con entornos naturales como parques y áreas verdes, se encuentra el hogar del arquitecto Gerardo García, fundador y director de su despacho homónimo. No es su primer espacio, ni tampoco su primer proyecto personal. Es su cuarta casa, pero tal vez la más significativa: la que ha habitado con su familia durante casi una década. La que, sin haber sido construida desde cero, ha ido tomando forma junto a su vida.
Cuando Gerardo cruzó por primera vez la puerta de este departamento, el destino no era tan claro. El inmueble, apenas habitado por otra familia que partía al extranjero, contaba con buenos acabados que, si bien no coincidían del todo con su estética profesional, decidió conservar. No por conformismo, sino por responsabilidad, por esa ética que también construye arquitectura: la de no derrochar lo que aún tiene valor.
Un viaje personal
Ahí comenzó su viaje personal; uno que no se mide en metros cuadrados, sino que se ha ido construyendo paso a paso por el cúmulo de anécdotas y el sinfín de exploraciones materiales y espaciales intrínsecas a su propia vocación como arquitecto.
En lo que sí hace énfasis Gerardo es en que este condominio ha sido uno de los más amplios que han habitado; por lo que su intervención se mide en tiempo, en recuerdos, en los cambios silenciosos que la vida impone. «Y es que, a lo largo de los años, nuestra casa ha evolucionado como lo hacemos las personas. No está diseñada para ser perfecta desde el inicio, sino para madurar con el paso de los años, con mi esposa y mis hijos, con los estados de ánimo y las etapas que trae el vivir en familia», comparte García.
Para conocer más de la casa y la obra del arquitecto Gerardo García consulta la edición impresa Glocal 86.
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