La arquitectura de Elias Rizo es una exploración constante de la relación entre el espacio, la materialidad y la experiencia sensorial. Su nueva obra, Casa Áureo, representa un equilibrio entre discreción y apertura, donde la privacidad y la integración con el entorno juegan un papel fundamental. Además, esta residencia es el primer premio del 218º Tradicional Sorteo Tec, un proyecto que impulsa la educación y el talento de jóvenes mexicanos a través del programa Líderes del Mañana del Tecnológico de Monterrey.
Ubicada en Cordillera Residencial, en Valle Poniente, dentro del municipio de Santa Catarina, Nuevo León, Casa Aureo se inserta en un entorno caracterizado por el urbanismo inteligente. Esta zona, parte del área metropolitana de Monterrey, ha desarrollado proyectos que integran la naturaleza en la vida diaria de sus habitantes, promoviendo comunidades compactas con acceso a todos los servicios a pocos pasos.
Un diseño que respeta el contexto
“No se trata de levantar la mano y llamar la atención, sino de crear espacios que se integren armónicamente con su entorno”, explica Rizo.
Casa Áureo fue concebida bajo esta filosofía: una residencia que, desde el exterior, se percibe sobria y contenida, pero que al cruzar el umbral revela una secuencia de espacios llenos de luz, amplitud y calidez.
Con un total de 565.48 m² distribuidos en tres niveles, la casa se adapta a la topografía del terreno mediante un bloque monolítico. Su diseño responde a las condiciones climáticas de Nuevo León, aprovechando estrategias pasivas de iluminación y ventilación natural. Las fachadas están protegidas con celosías y postigos de acero que filtran la luz y crean juegos de sombras dinámicos, proporcionando privacidad y confort térmico.

Materiales naturales y sostenibilidad
Casa Áureo apuesta por la nobleza de los materiales naturales. “Buscamos que cada elemento envejezca con dignidad y requiera el menor mantenimiento posible”, comenta Rizo. La selección de piedra, madera y acero permite que la casa se funda con su entorno sin necesidad de artificios.
En el interior, se han empleado materiales cuidadosamente elegidos, como granito, duela de ingeniería italiana y mármol. Estos elementos generan un ambiente que prioriza la autenticidad, la calidez y la elegancia.
Distribución de espacios: una arquitectura pensada para ser vivida
Para Elías Rizo, la arquitectura no se trata solo de construir espacios, sino de diseñar experiencias. Cada nivel de Casa Áureo ha sido concebido con la intención de provocar sensaciones de amplitud, intimidad y conexión con el entorno. “Queríamos que cada rincón de la casa tuviera un propósito, que los habitantes sintieran la transición entre lo público y lo privado de manera natural”, explica el arquitecto.
Desde la planta baja, el recorrido inicia con un vestíbulo que recibe con sobriedad y equilibrio. La sala y el comedor se abren hacia la terraza, creando una continuidad espacial que difumina los límites entre el interior y el exterior. La alberca, estratégicamente ubicada, refuerza esta conexión y se convierte en un punto de encuentro entre la arquitectura y la naturaleza.
Al subir al segundo nivel, la estancia familiar se percibe como un refugio cálido, un espacio de reunión enmarcado por la luz natural que filtran las celosías. La recámara principal, con su terraza descubierta, invita a la contemplación, mientras que las habitaciones secundarias replican este concepto de privacidad y apertura, con vistas controladas y terrazas cubiertas.
Finalmente, el tercer nivel revela un espacio que transforma la casa en un escenario de momentos compartidos. “El roof top no es solo un remate arquitectónico, es una extensión de la vida dentro de la casa”, menciona Rizo. La sala al aire libre, el fire pit y el jacuzzi se convierten en los protagonistas de un espacio pensado para la convivencia, con el imponente paisaje montañoso como telón de fondo.
Todos los muebles fijos han sido diseñados por Taller Elías Rizo Arquitectos, reforzando la coherencia del proyecto. El interiorismo de Cristina Grappin complementa esta visión, con una selección de mobiliario en tonos tierra, piezas artesanales y elementos que aportan textura y calidez. “Más que una casa, quisimos crear un entorno que se sienta como un hogar desde el primer instante”, concluye el arquitecto.

Un premio con impacto social: Sorteo Tec y Líderes del Mañana
El 218º Tradicional Sorteo Tec no solo entrega una casa de ensueño, sino que contribuye a una causa mayor. Casa Aureo es el primer premio de esta edición y representa una residencia excepcional dentro del Sorteo Tec. Su diseño y construcción reflejan un equilibrio entre modernidad y tradición, integrándose de manera armónica con su entorno. Además de su propuesta arquitectónica innovadora, la casa ofrece un espacio funcional y estéticamente atractivo, ideal para la vida contemporánea.
Cada boleto vendido financia el programa Líderes del Mañana, una iniciativa que brinda becas del 100% a estudiantes con alto potencial y recursos limitados. Pablo Ayala, director de Impacto Social del Tecnológico de Monterrey, destaca: “Cada casa que sorteamos no solo representa un hogar, sino también la oportunidad de transformar la vida de jóvenes talentosos que, sin este apoyo, no podrían acceder a una educación de calidad”.
El afortunado ganador de Casa Aureo no solo obtendrá una residencia diseñada por uno de los arquitectos más reconocidos de México, sino que también se convertirá en parte de una iniciativa que impacta a generaciones enteras.

La piscina de Casa Aureo complementa la propuesta arquitectónica, integrándose armoniosamente con la vivienda.

El comedor de Casa Áureo combina materiales naturales con un diseño contemporáneo, donde la iluminación cálida resalta la textura de la madera, creando un ambiente acogedor.

Casa Aureo presenta una cocina donde la estética y la funcionalidad se fusionan en un espacio cálido y acogedor.

La sala de estar de Casa Áureo integra mobiliario de líneas limpias y una paleta de colores neutros, aportando serenidad y sofisticación al ambiente.

La sala de Casa Aureo se abre al exterior con ventanales que maximizan la luz natural y la relación con el paisaje.

