Un proyecto en la Sierra del Tentzo
Ubicada en las afueras de Atlixco, Puebla, la Casa Club La Pedrera forma parte del desarrollo Cola de Lagarto. El edificio destaca por una propuesta arquitectónica que dialoga con su entorno natural, situado en la Sierra del Tentzo, una zona semidesértica caracterizada por acacias, yucas y pastizales silvestres.
El emplazamiento del proyecto, sobre una colina, permite contemplar vistas únicas: el campo de golf, el valle de Atlixco, el inicio de la cordillera y la presencia majestuosa de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Este entorno fue el punto de partida para un diseño pensado para abrirse en todas direcciones.

Un diseño circular con vistas de 360°
La organización espacial se resuelve con una planta circular que favorece la apertura y la integración con el paisaje. En torno a este esquema se distribuyen las áreas principales de la casa club: restaurante, salas de ocio, servicios y espacios de reunión.

Anillos concéntricos que estructuran el espacio
El concepto se desarrolla mediante una serie de anillos concéntricos alrededor de un núcleo central donde se ubica un espejo de agua. La piel exterior está compuesta por muros curvos de piedra de la región, que surgen de la topografía y sirven de soporte estructural.
Gracias a esta solución, el programa arquitectónico se despliega tanto en planta baja como en sótano, aprovechando las pendientes naturales de la colina. Sobre la losa principal se encuentra un espacio de contemplación de 360° que también funciona como área de usos múltiples.

Transparencia e integración con el entorno
Entre la primera piel de piedra y un segundo anillo se dispone un corredor perimetral que actúa como balcón del restaurante y zona de servicios. Este anillo se completa con una fachada de cristal que conecta los espacios interiores con el exterior, aportando luz natural y vistas continuas al paisaje.

Detalles que respetan el contexto
Uno de los rasgos más distintivos es el óculo central en la losa de concreto, que enmarca fragmentos del paisaje y refuerza la conexión con el territorio.
La elección de materiales es clave: piedra de la región, concreto expuesto y acabados de tepetate. Estos elementos no solo aseguran durabilidad, sino que permiten que el edificio envejezca con dignidad, integrándose poco a poco con la pátina del lugar.

Un diálogo armónico con la naturaleza
Más allá de su función como centro recreativo, la Casa Club La Pedrera se convierte en un ejemplo de arquitectura que respeta la escala del entorno y se integra al paisaje de la Sierra del Tentzo. Con su diseño circular, sus vistas panorámicas y su materialidad local, el proyecto ofrece una experiencia que conecta al visitante con la naturaleza y la riqueza cultural de Atlixco.
