Un espacio público es aquel territorio de la ciudad donde se generan múltiples actividades para que diferentes grupos sociales puedan tener una identificación simbólica y así promover la apropiación del espacio, ya que es esta dinámica la que otorga una verdadera forma de integración social, dejando de lado la condición socioeconómica, la idiosincrasia, etc., y nos establece como iguales.
El Parque Hidalgo era un espacio que carecía de unidad, producto de sus andadores que no planteaban recorridos de interés, además de contar con agresivas protecciones metálicas que impedían el acceso a las áreas jardinadas. La dispersión de puntos de reunión y servicios, vegetación plantada sin un orden claro, falta de áreas de recreación y esparcimiento, abandono del mobiliario y falta de equipamiento integral impedían una lectura clara del área de encuentro social, lo que poco a poco fue contribuyendo al abandono progresivo de las áreas de circulación y de los servicios.

El proyecto de rescate –realizado por Taller5 Arquitectos– resuelve de forma clara las circulaciones principales y secundarias con la creación de pequeñas plazas en lugares estratégicos, las cuales generan punto de reunión, la concentración de áreas de esparcimiento juvenil e infantil, la integración de una pista de actividades para deportes urbanos y el rediseño de los módulos de servicios, así como el rescate del foro de espectáculos al aire libre.
El proyecto de paisajismo plantea el rescate de las especies endémicas, el saneamiento y reforestación de las áreas existentes además de promover el libre tránsito por las zonas verdes, las cuales están provistas de mobiliario urbano para propiciar el encuentro, sentarse a hablar y compartir lo cotidiano. También aprovecha la bondad de contar con una planta tratadora de aguas residuales ubicada en la zona poniente del parque, lo que garantiza el riego constante.

Los materiales usados mantienen una gama de color neutro buscando el lucimiento de tonalidad y texturas ‘verdes’, así los pavimentos externos y los edificios se manifiestan en concreto aparente; los pavimentos de las plazas se realizaron en piedra laja con un gesto sutil en tono rojo, mientras que el pavimento del eje de circulación principal crea un ritmo con piezas en diferentes medidas y paños.
El mobiliario urbano resuelve las necesidades del espacio público mediante tres diseños simples definidos por simples trazos geométricos a la vez que da solución utilitaria al transeúnte, tales como aparcar la bicicleta o poder realizar actividades urbanas.



Design Films

Edición 73 | «El interior que nos construye» | Pedre


