La petición del cliente fue la construcción de unas cabañas dobles orientadas solo a un lado y que se colocaran en los alrededores del edificio principal del hotel; la solución que los creativos responsables de este proyecto propusieron, fue la mejor.
Para que las cabañas entraran en el concepto ecológico, se colocaron los módulos entre los árboles, no solo para la conservación de los mismos, sino también para que existiera un mínimo contacto entre los módulos y el suelo. Casa una de las cabañas se levantó sobre pilotes, en vez de colocarlos sobre los clásicos cimientos de placas de concreto. Esto permite que el paisaje fluya continuamente debajo del edificio y respire, mientras que el techo verde del módulo duplica el biotopo que se encuentra debajo.




El diseño del apartamento se basó en la idea del cliente: la carcasa exterior con ventanales de techo a suelo, la orientación unilateral y las vistas privilegiadas. Todas las casas de campo se componen de dos módulos independientes, cada uno con su propio apartamento, que consta de un dormitorio-sala de estar, una habitación para niños, un vestíbulo de entrada y un baño.
Cada una de estas dos unidades, las cuales funcionan por separado, se pueden conectar en una sola, deslizando la pared divisoria de las salas de estar, creando un espacio central y amplio, donde dos familias pueden reunirse y socializar.





Dos de los apartamentos funcionan como módulos reflejados y desplazados con cambios espaciales más pequeños, como un baño más grande o un balcón adicional, enriqueciendo la diversidad del apartamento.
Las cabañas se distribuyeron en el bosque, una frente a la otra, a un lado de la pista de esquí. Es el contacto inmediato con la pista de esquí, es lo que crea la atmósfera única de la estación.



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Edición 83 | Mujer & Forma
