En portada Glocal 80 | El significado profundo de dejar una huella en el mundo: Daniel Germani

La filosofía de Daniel Germani es sencilla: «el buen diseño siempre debe ser honesto e inspirador», enfatiza el arquitecto nacido en Buenos Aires, Argentina, cuya estética está influenciada por la Bauhaus, Oscar Neimeyer, Le Corbusier, Mies van der Rohe y Frank Lloyd Wright. Hoy dirige su propio estudio en Phoenix, Arizona (Estados Unidos), especializado en diseño de producto, consultoría de diseño, interiorismo y renovación arquitectónica.

Platicar con él es sinónimo de estar dispuestos a adentrarse en una travesía compuesta por diferentes épocas y tiempos, en los que la brújula siempre estará direccionada por los sueños. ¡Sí! aquellas utopías que nacen en el imaginario de una mente inquieta y creativa y que, en el mejor de los casos, logran materializarse en proyectos reales.

Ese es el pensamiento que ha empujado a Daniel a través de los años y a lo largo de su trayectoria: un camino guiado por diversos viajes alrededor del mundo realizando trabajos de diseño en colaboración con grandes marcas mundiales como Cosentino, Brown Jordan Outdoor Kitchens, Riva 1920, OMET y Gandia Blasco.

«Cuando tomé la dirección creativa de Gandia Blasco ­–cuenta Germani– mi propuesta fue salirnos un poco del lenguaje que tenía la compañía, que era la expresión de un estilo de vida inspirado en la moda de Ibiza de los años 2000. La idea era entrar en el mundo con un idioma estético distinto; así surgió una innovadora colección de mobiliario indoor–outdoor que funcionó muy bien y que ha renovado a la empresa».

«La visión que yo tenía era diferente respecto de lo que traían los fundadores y directores, pero ‘atrevernos a soñar’ fue lo que nos permitió hacer un enroque interesante para salir de esa situación de stand by en la que había caído la compañía. Gracias al cambio recuerdo que las personas empezaron a decir que Gandia Blasco hablaba un lenguaje mucho más actualizado».

«Pero ¿cómo nació esa idea? –continúa relatando Germani–. Surgió del propósito de hacer soñar a la gente con el sinnúmero de posibilidades que había; de ponerle una idea en la cabeza y de mostrarle las alternativas sobre cómo construir ese sueño y posicionar a su empresa en un mundo mucho más competitivo; de partir de la premisa de cuáles eran los pasos qué necesitábamos para cumplir ese objetivo».

Sin embargo, algo importante por considerar es que hablamos de Gandia Blasco, una de las firmas familiares españolas con mayor tradición en el mundo, cuyo fundador José Antonio Gandia-Blasco interpretaba el diseño como un estilo de vida y bajo ese precepto es que construyó la identidad de la compañía. ¿Cómo convencer a un equipo de mirar el diseño desde otra perspectiva? «Creo que eso es parte de saber cómo funciona el negocio, los resultados y los números lo dicen todo. Particularmente en este caso, tuvimos la visión de generar un segmento de mercado, que ahora es aspiracional con una colección que marcó una dirección e hizo que la compañía tuviera una presencia más alta en medios con más publicaciones, reconocimientos y premios. Aunque insisto: ese éxito a largo plazo no se habría logrado sin haberles mostrado la ruta que daría resultados y sin el hecho romántico de ‘hacerlos soñar’ durante el trayecto».

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