10 junio 2020
Construcción colaborativa
Reconstrucción Participativa de Vivienda en Santiago Niltepec, Oaxaca, sirve como una plataforma de apoyo a familias en condiciones de alta vulnerabilidad, pero también es una escuela de buenas prácticas de arquitectura sostenible.
A raíz de los sismos ocurridos en el sureste de México en septiembre de 2017 se trabajó en el territorio de Santiago Niltepec, Oaxaca, en la región del lstmo de Tehuantepec. Niltepec fue una de las localidades más afectadas por los sismos, reportando la caída y afectación de todo su patrimonio arquitectónico y el patrimonio de las más de 3,000 familias que habitan la entidad.
Con materiales naturales a través de procesos de co-diseño y construcción participativa en comunidades rurales y territorios indígenas, la metodología ejecutada por Programa VACA buscó el reforzamiento de capacidades colectivas y solidarias de grupos vulnerables (mayormente trabajaron con mujeres) a través de la participación e inclusión de estos grupos en la búsqueda de respuesta a sus necesidades de habitabilidad e infraestructura desde la autogestión. Despacho y equipo de trabajo buscaron que la arquitectura respondiera a las necesidades específicas de cada familia a la que sirve y que a su vez respondiera al contexto natural y social en el que está inmersa, acercando soluciones bellas y seguras a las personas que más lo necesitaban.

Después de un proceso de diagnóstico y de trabajo de campo se buscó comenzar un proyecto de reconstrucción social y participativa del hábitat para no incurrir en asistencialismo, que mermara la capacidad de resiliencia y respuesta de las personas ante situaciones de vulnerabilidad como lo son las emergencias por desastres naturales, así como la pobreza multidimensional.
Se usaron materiales naturales de la región y mediante la construcción de manera participativa y comunitaria los costos de la edificación se redujeron considerablemente (hasta un 70% en comparación con el costo de construcción por metro cuadrado más bajo en la zona). También se buscó que las familias y personas beneficiarias participaran activamente en el diseño y la construcción de todos los elementos de las viviendas, las cuales a su vez se pueden armar de manera colectiva: las familias se apoyaron entre sí para conseguir la reconstrucción de las viviendas juntas.

‘Voluntarixs’, familias y profesionales trabajaron desde campo en cada etapa y aspecto de la construcción, desde la recolección de los materiales de libre acceso en el territorio (como lo son los suelos arcillosos y las fibras naturales y piedras de cimentación) hasta las actividades que rodean al Programa, como lo son la comida, logística y la construcción misma.
Este proyecto sirve como una plataforma de apoyo a familias en condiciones de alta vulnerabilidad, que sobreviven la pobreza multidimensional, pero también es una escuela de buenas prácticas de arquitectura sostenible: voluntarixs y familias refuerzan, aprenden y desarrollan conocimientos constructivos replicables y de bajo costo.










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