La obra del arquitecto Javier Senosiain se distingue por poseer ese espíritu organicista realmente único, donde la imaginación se desborda a través de formas y materiales que hacen surgir espacios altamente plásticos, de gran lenguaje visual, en íntimo contacto con la naturaleza.
Sin embargo, como expresa Javier Senosiain: «Pareciera que hay en la actualidad mínimos esfuerzos por reintegrar al hombre a la naturaleza, y por restablecer el equilibrio, perdido a causa del rápido desarrollo de la técnica».
Y fue esta preocupación por dotar de espacios verdes a una zona que por momentos vive un tremendo caos urbano, que este arquitecto decidió crear un oasis de verdor y de arquitectura sugerente.
Arquitectura para potencializar la naturaleza
El Parque Ecológico Nido de Quetzalcóatl es un espacio continuador visual de un conjunto de viviendas en un lote vecino, construidas también por Javier Senosiain y su equipo de trabajo.
La obra, localizada en el municipio de Naucalpan, en el Estado de México, cuenta con tres zonas dedicadas a los tres grandes reinos de la naturaleza: animal, vegetal y mineral.
En este caso, presentamos el área dedicada al reino vegetal que incluye, entre otras cosas, una zona para hortalizas, un jardín desértico, un invernadero, composteros, un área con plantas medicinales y otra denominada «Jardín de mariposas» donde gracias al tipo de plantas colocadas, durante el día, el lugar es habitado por estos bellos insectos.
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