10 agosto 2022
Ombú: una reforma sostenible a un edificio histórico de Madrid
Este proyecto de rehabilitación a cargo del estudio Foster + Partners da nueva vida a un edificio industrial histórico de Madrid, creando un ejemplo sostenible de reutilización de edificios y revitalizando la zona circundante.
El proyecto denominado Ombú, es un edificio de oficinas transformado para la empresa española de infraestructuras y energía ACCIONA. Con más de 10,000 metros cuadrados de nuevos espacios, el proyecto unifica una mezcla única de suelo privado y público con un paisaje verde.
Ombú tiene una huella ecológica de 1.0, lo que significa que sus emisiones de carbono serán absorbidas por la capacidad actual de la tierra. De este modo se consigue el equilibrio de fuentes y sumideros exigido por el Acuerdo de París, siendo su impacto ambiental compatible con el objetivo original de +2°C.
Norman Foster, fundador y presidente ejecutivo de Foster + Partners, cuenta en la memoria descriptiva que “Ombú devuelve un terreno industrial a un nuevo jardín de la ciudad. El clima benigno de Madrid permite que los espacios de trabajo estén tanto en el exterior como en el interior, creando un estilo de vida flexible y deseable. Los materiales naturales se introducen en el edificio existente, contribuyendo a crear espacios biofílicos que son buenos para el bienestar y la productividad.”
Construido originalmente en 1905 por el arquitecto Luis de Landecho, el edificio abastecía de energía a los alrededores. Posteriormente cayó en desuso hasta que ACCIONA lo adquirió en 2017, salvándolo de la demolición, un destino que otras estructuras similares en la zona habían experimentado en los últimos años. El proyecto aprovecha la estructura portante existente que soporta las cerchas de acero inclinadas. Se ha mantenido la envolvente histórica del edificio para conservar más de 10,000 toneladas de ladrillo original y mitigar el impacto medioambiental.
La estructura ligera insertada en el interior del espacio está fabricada con madera de origen sostenible procedente de bosques locales y permite la flexibilidad espacial, al tiempo que integra la iluminación, la ventilación y otros servicios. La estructura de madera ahorrará más de 1,600 toneladas de CO2 y es reciclable y desmontable. Un lucernario central aporta luz natural al interior, reduciendo la necesidad de iluminación artificial, mientras que el acristalamiento incorpora tecnologías fotovoltaicas que generan electricidad.
Taba Rasti, socia principal y codirectora del estudio de Madrid, dijo: “El nuevo diseño conserva y mejora la estructura original de mampostería, al tiempo que mejora otros aspectos del edificio y prolonga su vida útil introduciendo nuevos espacios de trabajo flexibles, lo que le confiere un legado sostenible para los años venideros.”
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