En una terraza ubicada en Montreal, Canadá, destaca el lujo y la elegancia a través de las texturas y áreas provistas de intimidad y naturaleza. La terraza se localiza en una residencia que le perteneció a la artista Betty Goodwin, y donde fue proyectada su renovación por la diseñadora de interiores, Martine Brisson.
El lugar se caracteriza por una sutil distribución de espacios para la cocina, sala de estar, jardín y baño. El lugar se desarrolla alrededor de un ático revestido de metal color negro que contrasta con la madera de roble como cubierta principal en la mayor parte de las superficies. Gracias a los ventanales en el ático —donde se encuentran tres puntos de acceso—, el lugar parece armoniosamente integrado con los exteriores que refuerza un flujo continuo.
Entre las zonas sutilmente delimitadas como la cocina y comedor, se encuentra una pérgola además de jardineras de considerable altura que permiten la privacidad con un toque natural. En el interior, los espacios se aprecian dominados por la madera en piso y paredes, complementándose con los exteriores.
Entre la variada selección de materiales se encuentra el cedro, cuarzo, mármol (en el baño) y textiles en mobiliario y cortinas que hacer recordar la comodidad de los interiores, pero con la brisa al aire libre. La propuesta de dicha terraza hizo acreedora a Martine, al premio Grands Prix du Design 2012, en la categoría de Terraza.