Esta casa de más de 1000 metros cuadrados se caracteriza por espacios interiores abiertos y fluidos, bañados por iluminación natural. La residencia está compuesta por dos volúmenes con plantas distintas donde se encuentra la entrada principal.
Con espacios de doble altura, grandes ventanas dejan apreciar una amplia vista y un atinado equilibrio entre la apertura y la privacidad con fachadas y rincones de madera de cedro, hormigón y cristal que provee de un juego de texturas contrastante y sofisticado.
En la planta baja se encuentran las áreas de estar y comedor de planta abierta mientras que el segundo nivel está un piso de vidrio atravesado por un hall en la entrada de doble altura en la parte superior de la escalera, este espacio, es una transición al lado privado donde se haya el dormitorio principal, biblioteca, oficina y baño de invitados.
Ubicada al sur de Quebec, en los campos rurales del sur de Montreal, la residencia es el resultado de un homenaje al pasado agrícola de la zona.
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