Esta instalación ha sido posible gracias a Caesarstone, uno de los principales fabricantes de superficies de cuarzo de alta calidad, que en conjunto con la exploración de Malouin transformaron el material hasta las últimas consecuencias proporcionándole un uso inesperado.
El montaje se encuentra dividido en dos salones: en uno de ellos el visitante podrá encontrar e interactuar con un juego de ocho columpios descontextualizados de su natural entorno (un parque) para ubicarlo dentro de este histórico inmueble; en el segundo, se exhiben una colección de floreros o macetas –Planters– con diversos acabados y colores.
En ambos casos, Malouin pudo mostrar sus investigaciones sobre el minimalismo y la materialidad de la piedra: “Para mí el punto de partida fue la exploración del material”, comenta el diseñador.