Fundada por Julien Cuisset en 2008, la galería Le Laboratoire es una plataforma en donde los artistas experimentan. Con motivo de los quince años de la galería platicamos con Julien Cuisset, director y fundador de la galería. 

Un laboratorio de ideas 

El formato de las galerías es esencial para el ecosistema del arte en cualquier parte del mundo. Si bien son conocidos por ser los lugares en donde se oferta el arte, las galerías tradicionalmente han fungido como espacios de socialización y divulgación del arte. A través de sus exposiciones se experimenta y se dialoga en torno al arte. 

Con un programa que incluye a artistas de carreras medias que trabajan en arte sonoro, dibujo, pintura, fotografía, escultura, video y performance, Le Laboratoire se ha mantenido como un espacio regido por la empatía y la experimentación. 

La galería recibió el nombre y su vocación del laboratorio de análisis clínicos de la familia Cuisset en Francia, de donde Julien es originario. Le Laboratoire, nos cuenta Cuisset «es un espacio de experimentación, intersticial y experiencial. La idea es ir un poco más allá de ser la galería que trabaja con diferentes agentes del mercado para salir de la caja blanca y tener interacciones que enriquezcan la plataforma». 

Desde 2006 empezaron a organizar exposiciones en lugares alternativos como el Pasagüero, «donde presentamos una muestra de Mario Nuñez curada por Mercedes Iturbe (entonces directora del Museo del Palacio de Bellas artes), una de Tomás Casademunt en el lobby del Habita, y otra en la galería de la torre del reloj». 

Varios de sus amigos artistas no tenían galerías y no creían en el modelo en el que entonces estaban operando las galerías, lo que llevó a Julien Cuisset a dejar su trabajo en la embajada francesa y a abrir la galería en 2008. 

Ethos

Con artistas como Georgina Bringas, Tomás Casademunt, César Martínez, Luis Felipe Ortega, Roberto Turnbull y Manuel Rocha Iturbide, entre otros, la galería se ha caracterizado también por mantener un putbo de vista interdisciplinario. 

Es el caso de las piezas que se presentan en la exposición Ethos, que se presenta hasta el 24 de septiembre de 2023 en la nueva sede de la galería en la colonia San Miguel Chapultepec.

Ethos refleja el quehacer de la galería desde hace 15 años, y se presenta como una muestra plural, fragmentada, cambiante y en permanente expansión. «Quisimos revisar y reescenificar los preceptos iniciales del proyecto», cuenta Julien en el texto que presenta la exposición. 

La interacción creativa, el reforzamiento de las prácticas estético discursivas de los artistas, y el compromiso de detonar resonancias entre los cuerpos de obras de los mismos y de llevar a cabo exploraciones de largo aliento son algunos de los preceptos que guían la exposición, que presenta tanto obras hechas ex profeso para esta ocasión como piezas emblemáticas. 

«Por ejemplo, de Tomás Casademunt estamos presentando dos obras en espectrografía que tardaron diez años. Tomás trabaja de manera analógica con [cámara] reflex, y sus proyectos duran entre ocho y diez años».

La idea en esta expo, como en el programa general de Le Laboratoire es no crear solamente una exposición retiniana, sino «hacer una aportación más teórica, más académica y conceptual de las obras de parte de los mismos artistas de la galería», nos dice Julien. 

Colaboración y empatía

No cabe duda que el trabajo desarrollado por Le Laboratoire durante estos quince años, ha consolidado a la galería como un espacio importante para la escena del arte contemporáneo que se hace desde México. 

«Las enseñanzas durante estos quince años son infinitas —nos cuenta Julien —. Hemos logrado crear un binomio con los artistas basado en la empatía». Pero sus aportaciones no solo se han quedado en el espacio de la galería. A raíz de la pandemia y con la contracción del mercado del arte, Julien Cuisset y otros galeristas se organizaron para crear una asociación civil que trabajara en representación de las galerías de la Ciudad de México. 

«Estábamos en el momento más complejo de la pandemia, cuando no había aún una vacuna», nos cuenta Julien Cuisset sobre esta experiencia. «La escena estaba atomizada y desarticulada y era necesario un organismo interlocutor para las galerías. Primero creamos Plataforma 2020, que después formalizamos en gama y organizamos gama Week, una evento organizado por las galerías para las galerías. La idea es visibilizar el ecosistema del arte», concluye.

Ante la pregunta de qué esperar en el futuro de Le Laboratoire, Julien Cuisset no duda. «Seguiremos siendo una plataforma abierta e inclusiva, incubadora experiencial e intersticial. La galería ambiciona seguir fortaleciendo su programa enfocado y contextualizado en las prácticas estético-discursivas de sus artistas, que abarcan y confrontan un espectro diverso de disciplinas: dibujo, pintura, escultura, fotografía, video, performance, arte sonoro, etcétera.