Fundadas durante la época novohispana para abastecer y trasladar las riquezas minerales obtenidas en nuestro territorio, las ciudades ubicadas en el Camino Real de Tierra Adentro rebosan de historia y tradiciones, al igual que sus construcciones religiosas y civiles. Casa Hoyos. 

Casa Hoyos es una renovación en San Miguel de Allende. La arquitectura interior estuvo a cargo de AG Studio, el despacho de Andrés Gutiérrez, quien ha desarrollado un lenguaje contemporáneo, pero con el cuidado de mantener la historia de cada rincón de la casona.

Casa Hoyos: una historia familiar

Aunque la edificación donde se encuentra ahora Casa Hoyos se remonta a la época novohispana (se sabe por ejemplo, que Pedro Vargas nació ahí), la historia Casa Hoyos se remonta a 1938, cuando Julián Hoyos, un emigrante español compró la propiedad para iniciar diversos negocios, entre ellos la primera casa de cambio de San Miguel de Allende, «junto a otros giros comerciales donde la población podía adquirir productos de primera necesidad como maíz y frijol», nos cuenta Christopher Granados, chief concierge del hotel. 

El patio, el acceso al lobby y otros elementos dan cuenta del pasado de la edificación. En la parte superior, bajo la custodia de una Virgen de Loreto en loseta cerámica vidriada se encuentra, restaurado, el antiguo mostrador de la casa de cambio, testigo mudo del transcurrir de los años de esta casa que ha pertenecido a familia Hoyos por cuatro generaciones. 

En el lobby del hotel, una loseta resguarda un túnel como el que muchas casas, iglesias y haciendas tenían en el pasado, evidenciando las estrategias por las que las personas mantenían alimentos perecederos, y se resguardaban en épocas como la revolución de independencia o la guerra cristera.  

En la azotea actualmente hay una terraza, un bar y un canal de nado que miran hacia las cúpulas y torres de las numerosas iglesias de San Miguel de Allende, así como hacia la grandeza del Bajío. 

Diseño avant garde con sensibilidad histórica

El hotel boutique Casa Hoyos es una muestra de arquitectura vernácula y de un diseño de interiores ecléctico, colorista, fresco y avant-garde, pero que conecta con las tradiciones locales.

En los pasillos y en el mobiliario destacan las formas curvas que transmiten movimiento y comodidad, y ofrecen una experiencia genuina de hospitalidad.

Por las zonas comunes, las habitaciones y los pasillos de Casa Hoyos podemos encontrar elementos que nos recuerdan las distintas épocas que ha vivido el edificio. La cerámica vidriada, la loseta de pasta y las baldosas de barro nos muestran las técnicas tradicionales trabajadas por artesanos de la región. El concreto, el vidrio texturizado, la cancelería de acero nos hablan del modernismo mexicano.

Andrés Gutiérrez (AG Studio) ha elegido una paleta de colores que también evoca los distintos giros de negocios que ha habido en la propiedad, desde la venta de granos y semillas hasta un amarillo oro en los pasillos que refiere a la casa de cambio.  

La vanguardia de hoy es la tradición del mañana

El diseño de las 16 habitaciones es también un manifiesto del lema bajo el cual AG Studio ha desarrollado la arquitectura interior de Casa Hoyos: «La vanguardia de hoy es la tradición del mañana.

Lámparas, sillones en forma de esqueleto, macetas con espejos y gobelinos tejidos son piezas artesanales únicas que destacan el entorno personalizado para el nuevo capítulo de este espacio.