“Me gusta que el diseño sea semánticamente correcto, sintácticamente
consistente y pragmáticamente comprensible”.
Hablar de Massimo Vignelli, es hablar de un diseñador que cruzó todas las fronteras de la disciplina, un creador multidisciplinario que cuando necesitaba algo y no lo encontraba, él hacía sus propios objetos como relojes, lámparas, libros, mobiliario y hasta una colección de ropa.
De origen italiano, Massimo estudió arquitectura en el Politécnico de Milán pero se mudaría a Nueva York con su compañera de vida y trabajo Lella. Realizó la identidad gráfica de la marca de mobiliario Knoll, que marcó el comienzo de una prolífica carrera en cuanto a diseño gráfico se refiere. También desarrollaría la señalética del metro de Nueva York, entre otros tantos proyectos como logotipos y carteles que fueron un parteaguas en el diseño y la cultura del proyecto.
A él se le atribuye una de las tipografías más utilizadas y conocidas como la Times Roman, Futura, Bodoni y la entrañable Helvética. Massimo era un diseñador apacible que siempre enfatizaba en el proceso de diseño, más útil que “bonito”, con propósito claro y evidente.
Actualmente, la Universidad de Luisiana cuenta con un edificio del Archivo Vignelli, donde está reunida toda su herencia material, de un diseñador que sólo dejo el lápiz y el papel hasta el día de su muerte en el año 2014.
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