En Pasaje Polanco, sobre avenida Masaryk de la colonia Polanco en la CDMX, llaman la atención un par de torneadas piernas caminando que se prenden y se apagan. Es la fachada de Ay Carmela Tapería, un lugar de ambiente casual para disfrutar de la tradicional cocina española y que, por su mobiliario de diseño, se describe como un restaurante coqueto y divertido.
Al cruzar los arcos de la fachada que da acceso al lugar, resalta un plafón de lámina de acero que sostiene las vigas curvas de madera de roble blanco blanqueado, las cuales hacen alusión a la sensualidad de Carmela (la chica que inspira la creación de lugar), y que alojan la iluminación indirecta y puntual a las mesas del restaurante.
Carmela es una española, muy guapa y sexy, que se va de Madrid. A ella le gusta escuchar la música del popular grupo Mecano; usar medias caladas, tacones altos y vestidos que brillan con las luces de la noche. Esa personalidad arrolladora se refleja en la arquitectura y en todos los detalles de este lugar.
Sus curvas, por ejemplo, rematan en las piernas de un librero que aloja sus zapatos, bolsa y demás objetos personales, al tiempo que se envuelve en un faldón de malla metálica, que recrea sus medias caladas.
La cocina es semi-abierta con la idea de ver las tapas y montados que se preparan en el lugar. Por eso, se decidió crear una gran barra que se sale a la calle, como en los bares de Malasaña. Esta horizontalidad se refuerza con las botellas de vino, dispuestas en una retícula que refuerza la importancia del elemento de la barra.
Todo el mobiliario fue especialmente diseñado para el restaurante, por eso alterna entre sillas bancas, bancos sin respaldo y con respaldo en tonos grises y palo de rosa. El baño es el camerino de Carmela, donde su espejo es acompañado de la frase ‘maquíllate maquíllate’, y en donde se puede encontrar su vestido colgado. Dentro del baño de mujeres la encontrarás poniéndose ‘sombra aquí y sombra allá’.