El ‘Daypa’, construido en 2005, se ha convertido, de la mano de Laura Yerpes, en oasis de calma para surcar el Mediterráneo gracias a un proyecto de interiorismo y decoración con el que le han aportado un carácter elegante y liviano, cuidando al máximo la calidad de los materiales y la coherencia visual entre todas las estancias.
“Los propietarios querían actualizar la estética del yate para crear un hotel de lujo en el agua, con el servicio de la tripulación y con las características de la embarcación. Aquí es donde la decoración favorece la conexión y crea las condiciones necesarias, en cuanto a espacio, para la atención exquisita del personal”, explica la interiorista y decoradora Laura Yerpes.
Los colores de las Islas Pitiusas, verdes y corales están presentes en los elementos que componen cada escena y evocan sensaciones de armonía, belleza y calidez, la esencia del mar Mediterráneo. Partiendo de que el proyecto debía respetar el mobiliario fijo del navío, el estudio ha realizado pequeñas modificaciones sin mover piezas fijas.
“Hemos empleado materiales adecuados a la navegación, de las condiciones atmosféricas al vaivén habitual del mar. Hemos cuidado desde la decoración hasta la ubicación de la vajilla. Han confiado plenamente en nuestro equipo y hemos disfrutado de libertad creativa para plasmar en cada detalle nuestro estilo exclusivo”, señala Laura Yerpes.
La base cromática de todo el proyecto han sido los tonos blancos combinados con revestimientos en la tapicería en proa y cubierta superior (fly), en arena. La decoración ha aportado toques de tonos coral y el verde de los elementos naturales que visten la mesa y las piezas decorativas de los interiores. Todos los elementos mantienen una misma continuidad visual, ligada a los colores vivos y naturales a su vez.
La misión del estudio ha sido reconvertir el yate en un tiempo récord, interviniendo en todos los espacios. En el lounge de proa se ha aportado color y elegancia, con rayas en la vestidura. En el comedor de la popa, la mesa polivalente se emplea para desayunos y almuerzos. En el salón y comedor interiores, los detalles han resaltado el conjunto, con el revestimiento en blanco roto. En la cubierta superior se sirven las cenas al atardecer.
La cabina del capitán y los cuatro camarotes también han formado parte del proyecto de interiorismo de Laura Yerpes para este yate, que tiene una eslora de 26 metros y puede albergar cómodamente a entre 10 y 12 personas.