07 noviembre 2025
Casa de la Cultura de Juchitán: Memoria y renovación por RootStudio
Tras seis años de restauración, la Casa de la Cultura de Juchitán renace como símbolo de identidad y resiliencia del Istmo de Tehuantepec. El proyecto de RootStudio, ganador del Premio Noldi Schreck 2025 en la categoría Arquitectura de Usos Múltiples, integra técnicas tradicionales, arte y sostenibilidad en un modelo ejemplar de conservación patrimonial.
Fundada en 1972 por el artista Francisco Toledo, la Casa de la Cultura de Juchitán reabrió sus puertas después de más de seis años de restauración arquitectónica, tras los daños ocasionados por los sismos de 2017. El proyecto, dirigido por RootStudio, se propuso conservar la esencia original del recinto y al mismo tiempo fortalecerlo estructural y simbólicamente como un faro cultural del Istmo de Tehuantepec.
Arquitectura que preserva la memoria
La intervención respetó la distribución original del edificio e incorporó técnicas constructivas tradicionales de la región. Se mantuvieron las cubiertas de teja, las biliguanas y los horcones de madera, mientras que se añadieron juntas constructivas para reforzar las zonas más vulnerables.
Uno de los gestos más significativos fue la reutilización de madera proveniente de viviendas colapsadas, transformada en columnas y vigas que evocan los horcones vernáculos. Con ello, el proyecto no solo garantizó resistencia estructural, sino que también preservó la memoria de las casas y las historias perdidas. Se emplearon maderas locales como chicozapote, coralillo y huanacaxtle, y artesanos del Istmo elaboraron a mano biliguanas sustentables con ramas regenerativas.
Sustentabilidad y arte como ejes del diseño
El proyecto integró criterios bioclimáticos que promueven el confort pasivo: ventilación cruzada mediante vanos históricos y una nueva arcada, muros pintados con tierras y cal, y carpinterías hechas con madera reciclada tratada con aceites naturales. Estas decisiones reducen el impacto ambiental y mantienen condiciones térmicas agradables en los más de 2,500 m² del recinto.
El arte fue parte esencial de la restauración. La reja del atrio fue diseñada por Demián Flores, mientras que esculturas de Víctor Cha’ca, Sabino Guisu, José Ángel Santiago y Hugo Tovar dialogan con la memoria del espacio. La reapertura en 2025 se celebró con la exposición Dooxqui ’Gueela de Francisco Toledo, acompañada de una sala de arte prehispánico que resguarda más de mil piezas restauradas.
Un modelo de resiliencia cultural
La Casa de la Cultura de Juchitán se consolida como un modelo de conservación patrimonial sustentable, donde la arquitectura, el arte y la comunidad convergen. La intervención de RootStudio devuelve a la ciudad un espacio esencial para la vida colectiva, uniendo tradición, sostenibilidad y memoria en un gesto profundamente contemporáneo.
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