Glocal 62 | Editorial: La humanidad es la respuesta por Greta Arcila

Y a pesar de cualquier circunstancia, el Salone sucedió. Y sí, durante la semana del diseño todos hablaron de la pandemia, así como de los problemas y las oportunidades que a todos les generó. Nadie habló de las pérdidas económicas, se lamentaron las vidas perdidas y los estragos de salud, pero se hablada del hoy y de la oportunidad de tener tiempo y vida.

Las manos eran apretadas fuertemente y con emoción ante el impedimento de poder abrazarse, hubo lágrimas de emoción; hubo felicidad y esperanza. El ambiente no era festivo, pero sí optimista, se tuvo la certeza de que la comunidad creativa y la industria van a continuar adaptándose a las circunstancias para no parar no sólo la industria, sino el mundo.

Se supo que toda manifestación creativa mantiene al mundo; la belleza siempre inspira y evoca a algo mejor. La palabra reinvención fue una constante. Todos hablaron del regreso al espacio de trabajo –poco se mencionó la palabra oficina–, y de los cambios que siguen teniendo las casas de hoy. Se habló de la importancia de las terrazas y de cómo los espacios interiores deben ser lo más acogedores posible.

Pero el discurso constante de los empresarios y diseñadores fue la importancia de ser obligatoriamente responsables del uso de los recursos naturales y de tomar la responsabilidad, desde el área en que a cada quien le corresponda, con las políticas del cuidado al medio ambiente.