La Quinta Montes Molina es una casa-museo (catalogada por el INAH) construida durante el Porfiriato a finales del siglo XIX. En la actualidad, el lugar es sede de actividades culturales y eventos sociales que abriga a más de 1000 personas.
El despacho Materia Arquitectónica propuso la conceptualización de un pabellón que se integrara con la construcción existente destacando el área de los jardines y espacios que se acoplaran a las necesidades de diversos eventos además de proveer una protección para la lluvia.
El pabellón es una delgada y ligera hoja de concreto suspendido por una serie de columnas de 40 cms de diámetro por más de 7 m de altura prefabricadas con su dado de cimentación. Es una propuesta arquitectónica que se vio envuelta por un concreto blanco que le dio un toque pulcro y unificador.
Adaptado a las necesidades del lugar, las columnas cuentan con instalación eléctrica y puntos de anclaje para tensores y cables para colgar objetos. Las cubiertas están distribuidas en paneles de 17 cms de espesor que se cierran o abren mediante un sistema automático que trabaja por control remoto y cuentan con varias configuraciones.
El Pabellón QMM es una obra realizada con materiales locales y pendientes que guían el agua de lluvia a los costados exteriores para regar el jardín mediante unos recolectores que distribuyen el agua.
Uno de los mayores retos del proyecto fue su periodo de construcción no mayor a 3 meses además de cumplir con requerimientos del INAH, presupuesto limitado y una estructura que resistiera vientos de más de 250 km/hr.
Nacido bajo el propósito de conciliar dos arquitecturas, el proyecto destaca su contexto natural y concebido con bajo impacto ambiental y acreedor a la medalla de plata en la categoría “Cultural” de la 2da Bienal de Arquitectura 2015 en la Ciudad de México.