Fue seleccionado como el proyecto ganador por su sofisticado sistema estructural así como su capacidad de adaptación y concepción del espacio para una segunda vida del pabellón. También el jurado destacó el manejo del vacío y la concepción de la sombra además de hacer algunas recomendaciones a considerar a la hora del montaje.
La Feria Internacional de las Culturas Amigas que se lleva a cabo en el Zócalo Capitalino hasta el 29 de abril, eligió a el despacho de arquitectura TO, encabezado por José Amozurrutia y Carlos Facio, de entre 61 candidaturas y cinco finalistas para darle vida al evento.
El proyecto, titulado UR, se inspiró en el desarrollo común de diferentes civilizaciones alrededor del mundo. Para los sumerios UR significaba ciudad, en latín dio origen al vocablo urbs (de ahí nuestra palabra urbe) y en las lenguas germanas es un prefijo que denomina el concepto de origen; una sílaba universal que representa algo esencial: hacer ciudad.
Con esta idea en mente, el despacho desarrollo un concepto que consiste en una cubierta externa inspirada en tejamanil a través de láminas de madera de pino y uniones de duela. Al final, en 400m2 se montó cada pieza de este sistema de andamiaje semi abierto y mamparas modulares para organizar los espacios que se puede armar y desarmar con facilidad. El conjunto de las estructuras cobija el flujo de la gente y permite al mismo tiempo crear una especie de islas que emula a una pequeña plaza o mercadillo.
Los propósitos del pabellón se resumen a lograr atender eficientemente los flujos multitudinarios de visitantes, y buscar un diseño económico en tiempo y de recursos con un sistema modular fácil de montar compuesto de soportes y cubiertas que aportan sombra, disipan el calor y son aliadas del viento y de la lluvia.