Duplicando el tamaño del edificio de la terminal del aeropuerto de Oslo, Noruega, el equipo de Nordic Office of Architecture, conformado por 114 especialistas de 27 diferentes países, llevó a cabo su remodelación tomado de la mano de la sostenibilidad.
La terminal ahora cuenta con 140 mil metros cuadrados más a lo que tenía el edificio construido en 1998, lo que paralelamente aumentó la capacidad anual de pasajeros de 19 a 30 millones, con un potencial adicional de aumento de otros seis millones. A pesar de ello, la firma de arquitectura logró mantener la distancia entre el check-in y la puerta de salida de sólo 500 metros, apilando zonas nacionales e internacionales en un nuevo muelle de 300 metros de largo.
Como ya se mencionó, la sostenibilidad fue una prioridad en su planeación y construcción, por lo que usaron un revestimiento de madera procedente de bosques escandinavos en el nuevo muelle, así como acero reciclado y mezcla de hormigón con cenizas volcánicas.
Los aeropuertos, por naturaleza, son edificios que tienen un gran consumo de energía, para lo que Nordic empleó una novedosa propuesta de ahorro de energía. Consiste en un sistema de nieve de cosecha, la nieve que cae en áreas del lado de la pista en invierno se recoge y es almacenada en un depósito para posteriormente ser utilizada como refrigerante en el verano.