Hilton es hoy en día uno de los diseñadores británicos más reconocidos que estará presente en DWM. Especializándose en mobiliario, sus creaciones exploran una imagen depurada y limpia sin dejar de tener rasgos propios que las vuelven diferentes y les otorgan un sello único.
Todas las piezas diseñadas por Hilton han sido una experiencia de aprendizaje en etapas concretas de su labor, ya sea por la aproximación al material, trabajando con una empresa o por cuestiones estilísticas. “Todas mis piezas están cargadas de significado y memoria y son muy personales”, afirma.
Si bien el diseño es una disciplina donde siempre se busca un factor de originalidad, no existen ideas genuinamente nuevas y Hilton lo sabe, él no cree en los movimientos dentro del diseño, prefiere pensar en el proceso de diseño como una evolución para cualquier tipo de objeto a través del tiempo.
Desde joven, sus intereses comprendieron la pintura, escultura y arquitectura. Fue en la escuela de arte que un maestro le sugirió la posibilidad de ser diseñador, idea que lo llevó a matricularse en Diseño y Mobiliario en el Politécnico de Kingston. Después de graduarse funda su propio estudio y taller en 1984. Para 1991 desarrolla la hoy clásica silla de brazos Balzac, una poltrona de formas orgánicas tapizada en piel.
Si bien la silla Balzac marcó un hito en su carrera y la proyección como autor de diseño, su trabajo se ha tornado menos preocupado por el estilo y su enfoque es más funcional y humano, en el sentido de crear muebles para la gente, no se trata de piezas de galería sino de objetos de uso común con los que las personas conviven, el placer en el proceso de diseño viene de la búsqueda por encontrar soluciones adaptables a los espacios domésticos actuales.
Su inspiración frecuentemente viene de tipologías de objetos ya establecidas, que él trabaja para actualizar y reinventar. Esta es la razón por las que sus productos hacen referencia a líneas clásicas, pero presentan un giro estético que captura la atención infaliblemente. El sentido de proporción, escala y funcionalidad están en perfecto equilibrio con el manifiesto estético. Además, sus técnicas de trabajo para la madera, material preferido del diseñador, plantean soluciones que requieren una alta tecnificación.
Después de más de 20 años de fructíferas colaboraciones con empresas internacionales, en el 2007 lanza su propia marca y continúa trabajando para otras compañías, como es el caso de SCP, empresa que lanzó originalmente la silla Balzac.
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Edición 83 | Mujer & Forma
