Al ingresar al recinto del INBAL, el espectador descubrirá que en el techo cuelgan tres grandes esqueletos que representan a la niña, la madre y la Santa María, además de cinco grandes veladoras humanas de tamaño natural que el público encenderá y se derretirán emitiendo aromas, con el fin “de hacer una reinvención de lo cotidiano”, explicó Martínez.
Otras obras expuestas se titulan El desgaste de la clase media o la devaluación transpirada “que tiene un sensor que detecta a la gente bonita” y La insoportable levedad del ser. Destacan también Capitalismo funeral, hecho con 50 fragmentos de mármol; Cuauhtémoc, de la serie Monumentos, héroes y gastronomía, escultura comestible de chocolate blanco con nuez de Castilla, realizada con un molde de silicona de platino de grado alimenticio, y el performance Dollar cakes.
Como parte de este universo creativo se encuentra la obra temprana de Martínez, como sus Explotartes y dibrujos realizados con detonaciones de pólvora, sus ARTEntados, esculturas que fueron elaboradas con dinamita y nitroglicerina sobre acero inoxidable, bajo el principio de “crear con lo que destruye”. También están presentes los Sucesos escultóricos, que consisten en figuras humanas que respiran, se inflan y desinflan, se iluminan o van perdiendo su luz ante el público.
En otra área de Ex Teresa se encuentran sus poemínimos y epitadesafíos: El amor es eterno mientras dure, Para llegar Amarte no se necesita una nave espacial y AMarx los unos a los otros, son tres ejemplos de sus invenciones lingüísticas y artísticas. Más adelante, en su muestra individual hace críticas al capitalismo salvaje y reconoce la lucha de los indígenas zapatistas de 1994. Hay una parte dedicada “a aquellos bancos que gobiernan nuestras emociones y determinan nuestros estados de ánimo, ya que ahora el dinero se ha convertido en la medida de todas las cosas”.
Martínez dijo que “ustedes son más que el público, son los detonadores de toda esta puesta, son los interruptores que activarán este acto para todos. Yo, César Martínez, tan solo soy la punta del iceberg. En la parte visible hay muchos antes que han hecho que todo este trabajo sea posible en este templo del performance, del sabor, del saber y del arte”.
Luego de la ceremonia, el artista se puso la vestimenta de un chef y procedió a realizar una perforMANcena para ofrecer un “cadáver exquisito” de chocolate, elaborado por el chef Mariano Welner Encinas. El artista partió una escultura humana hecha de éste y otros ingredientes selectos y ofreció a cada espectador un trozo del alimento mediante el acto performático Toma chocolate y no pagues lo que debes.
La exposición estará abierta hasta febrero del próximo año en el Ex Teresa Arte Actual.