16 abril 2025
Martha Brockmann: diseño sensorial en la gastronomía mexicana
Para Martha Brockmann, cocinar es diseñar emociones. Su visión del diseño sensorial fusiona la gastronomía, la arquitectura y el interiorismo para crear espacios que se saborean, se habitan y se recuerdan.
Martha Brockmann: el arte de cocinar con los sentidos
¿Cómo se construye una experiencia gastronómica que permanezca en la memoria? Para Martha Brockmann, la respuesta está en el diseño sensorial, una disciplina que conjuga sabores, atmósferas, texturas, color, música y memoria. La chef, empresaria y creativa ha hecho de esta visión su sello personal, llevando la gastronomía más allá del plato.
Desde sus inicios en el mundo del catering en Boston hasta la apertura de sus restaurantes Lilōu y Amaral en Ciudad de México, Brockmann ha defendido que una comida inolvidable es aquella que despierta los cinco sentidos. “No se trata sólo de servir un buen platillo, sino de diseñar un ambiente emocional”, afirma. Y esa es la esencia del diseño sensorial que guía cada uno de sus proyectos.

De Boston a Polanco: un viaje de texturas y aromas
Con estudios en administración y gastronomía, Brockmann se formó con leyendas como Jacques Pepin y Julia Child. Más tarde fundó The Event, su empresa de catering de lujo especializada en table styling, con la cual desarrolló un enfoque integral donde cada banquete es una composición escénica.
“El diseño sensorial se basa en leer los espacios como una extensión del platillo”, señala. Y lo comprobó al colaborar con marcas de lujo que le pedían ambientes a la medida: dorado, blanco, florales, sobrios, extravagantes… cada evento se convirtió en un reto estético.

Lilōu: repostería con alma de galería
Inspirado en los salones de té londinenses, Lilōu fue concebido como un espacio cálido y envolvente, donde la chef diseñó desde los cubiertos hasta los colores de las paredes. La arquitectura corrió a cargo de Rafael Sama, quien también firmó Amaral. En Lilōu, la vitrina exhibe piezas de pan como si fueran esculturas, diseñadas para acompañar bocadillos que despiertan tanto el paladar como la nostalgia.
El concepto del lugar parte del diseño sensorial: formas, texturas, iluminación y música se entrelazan para crear un entorno coherente y emocionalmente envolvente.

Amaral: amar con los sentidos
Si Lilōu es una vitrina de delicadeza, Amaral es una declaración de sofisticación. Un espacio donde convergen las cocinas mediterráneas –española, italiana, francesa y griega– con una puesta en escena diseñada al milímetro. Candelabros art déco, arte digital de Rodolfo Morfín, vajilla personalizada y un discurso visual que narra amor por la gastronomía.
“Amaral significa amar con los sentidos”, dice Brockmann. Todo el interiorismo ha sido cuidadosamente curado para que cada elemento despierte apetito, curiosidad y placer. El diseño sensorial no es aquí un añadido, sino la columna vertebral de la experiencia.

Una visión holística del placer
La filosofía de Martha Brockmann es clara: la comida no es solo comida, es un lenguaje de emociones. Su obra –que abarca desde libros como El buen anfitrión, hasta su línea de interiorismo Caracoa en colaboración con Kris Goyri– traza un mapa de sensibilidad y sofisticación que redefine cómo se vive la gastronomía en México.
Con el diseño sensorial como motor, Brockmann demuestra que los espacios también se cocinan, y que la belleza es, muchas veces, el mejor condimento.
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