Entre senderos de tepetate

En un desarrollo cercano a Valle de Bravo con amenidades como lago para esquiar, casa club junto a lago, centro ecuestre, caballerizas, áreas deportivas y bosque, se encuentra Rancho La Posa, una casa de campo –tipo rancho– en donde la integración de las construcciones al entorno natural con formas y materiales típicos de la zona, representa una de las premisas principales.                                                             

ABAX Arquitectos desarrolló el proyecto y construcción de esta residencia, cuyo cuerpo principal se ubica dentro de una plataforma con ligera pendiente en el corazón del terreno, con el fin de alejarse de los lotes contiguos y evitar que se vea la construcción, así como lograr el óptimo asoleamiento al sur y visuales a la zona boscosa.

Desde el acceso al conjunto se recorren senderos de tepetate entre árboles y bosque, en donde no se ve ninguna construcción cercana y se percibe un profundo sentimiento de integración total a la naturaleza de esa zona boscosa, hasta llegar a un claro abierto muy iluminado y soleado en donde se ubica la casa, rematando al sur con una densa zona arbolada enmarcada a lo lejos con las montañas verdes compuestas por pinos.

Colindando con la terraza, hay una alberca natural tipo lago con todas las características típicas de vegetación y peces dentro de él, el cual se complementa con una pequeña alberca y jacuzzi con temperatura controlada.

 La solución de la alberca natural representó un reto importante para el despacho de arquitectos, debido a que, si bien era un elemento visual necesario para la integración con el entorno, ésta debería de ser funcional y sobre todo permitir la adecuada operación y mantenimiento. Tomando en cuenta lo anterior, Fernando de Haro, socio de la firma, se adentró en una profunda investigación para asegurar su óptimo funcionamiento, filtrado, oxigenación y recirculación, así como también determinar la adecuada flora y fauna, el correcto movimiento del agua y todo lo necesario para brindar al cliente una experiencia inigualable.

En cuanto a la selección de los materiales utilizados en la construcción, la mayoría fueron propios de la región, utilizando principalmente piedra de una cantera cercana, la cual fue labrada a mano para forrar grandes paños de muros; aplanados de mezcla pintados en tonos terrosos, techumbres construidas a varias aguas con vigas y gualdras de madera pino u oyamel cardeadas y lechareadas con cal; pisos de cantera galarza texturizados y de madera estructurada en las recámaras; cubiertas con tejas de barro, cancelerías de fierro, puertas y porticones forrados con madera estructurada; mármoles en placa con detalles de piezas pequeñas tomboleadas formando tapetes o paneles, y en general, todo lo necesario para lograr el ambiente y carácter campirano a la casa.

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