Instalado en uno de los barrios más antiguos de la ciudad de Montreal, el restaurante Dandy representa el inicio de una nueva etapa para el chef Michael Tozzi, quien recurrió a la oficina de interiorismo BlazysGérard para abrir su propio restaurante.

La luz natural es, quizás, el elemento central del proyecto; un aspecto lógico si se toma en cuenta que el restaurante está pensado -únicamente- para servir desayunos, almuerzos y brunch los fines de semana. Se conservaron los grandes ventanales que originalmente vestían una compañía de seguros, sin embargo, se reconfiguraron los elementos en el interior para aprovechar la iluminación y evitar las zonas de penumbra: el mostrador de servicio se posicionó al frente del largo comedor y las dos filas de banquetas que se encuentran a los lados; por su parte, la cocina se encuentra en la parte posterior de la sala.
“Para nosotros, la luz es otra materia prima. Jugamos con ella y la “esculpimos” como su fuese cualquier otro material”, comentan los diseñadores. Los acentos amarillos son aprovechados para reflejar y absorber la luz. Además, se instaló un techo con vigas para mejora la acústica y lo terminaron con pintura reflectante.

Al centro, una luminaria gigante con múltiples tallos flotando como un móvil descansa sobre el comedor. El candelabro da cada mesa una luz íntima y acogedora. Continuando con el trabajo de luz y reflejos, se instaló un gran espejo orientado hacia las ventanas, un elemento que le da carácter y personalidad al programa. El piso tiene un acabado de roble clásico, mientras que el vestíbulo ha sido diseñado con suelos de terrazo. Las zonas de actividades, el bar y el espacio del mostrador se separan mediante el uso del color rojo.






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Edición 73 | «El interior que nos construye» | Pedre


