Ambassador Crescent | BattersbyHowat | Canadá

El estudio BattersbyHowat Architects, con sede en Vancouver, ha completado una casa en la ladera de una montaña en forma de paralelogramo, revestida de metal con costura alzada que incluye una estructura de sauna separada en Whistler, Columbia Británica. Nombrada Ambassador Crescent, la casa de 290 metros cuadrados, está enclavada en una ladera empinada cerca de la popular estación de esquí, por lo que la casa de tres pisos y el garaje tuvieron que estar enterrados en la tierra.

El residencial, una casa de vacaciones para clientes que trabajaron previamente con el estudio en los interiores de su hogar y oficina en Vancouver, se inclina hacia la cima de la montaña, disminuyendo su forma y permitiéndole desaparecer en el paisaje.

Para el equipo creador, este tipo de soluciones ingeniosas, fueron, a la par, una forma sencilla de lidiar con dos problemas, dijo David Battersby, cofundador de BattersbyHowat.

Crea una respuesta pasiva al paisaje y proporciona un espacio exterior cubierto para la terraza trasera, creando un espacio íntimo protegido por una pared terminada en lugar de un sofito. La planta baja de hormigón excavado está rematada por una masa oscura revestida con una costura irregular de metal a lo largo de la parte delantera y trasera y Hardiplank duradero a lo largo de los lados.

Los muros oscuros convierten el borde en nichos de fenestración de cedro rojo y sofitos de abeto occidental que se abren hacia el interior. Una chimenea cilíndrica personalizada se extiende hacia el cielo a lo largo de un lado.

El interior, con espacios comunes en el nivel principal y espacios privados en el piso superior, incorpora una paleta simple que crea un ambiente cálido para usar durante todo el año, según la cofundadora Heather Howat.

El roble blanco comprende la mayoría de las superficies, acentuado por paredes blancas nítidas, mientras que una pared de chimenea de piedra gris proporciona un acento en la sala principal. La textura de la casa se crea mediante una escalera personalizada que sirve como pantalla entre la circulación y los espacios para sentarse.

“Un ejercicio de precisión”, la pantalla es más un mueble exacto que una característica arquitectónica. Creado por el subcontratista de carpintería, la mitad de los elementos verticales se elevan desde el suelo mientras que la otra mitad está suspendida desde el nivel superior.

Los peldaños se bloquean en las pantallas en lugar de un larguero. El resto del interior está equipado con toques divertidos e informales, como acentos de madera en los gabinetes de la cocina y una lámpara suspendida en el comedor que acentúan el amplio acristalamiento que da a la cordillera circundante.

Más arriba en la colina se encuentra un destino aún más remoto: una pequeña sauna que parece una versión en miniatura de la casa. El diseño sirve como una reflexión contemporánea sobre la arquitectura de cabina vernácula, nivelando formas y materiales modestos mientras mantiene una sensación de nostalgia, explica el equipo.